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Sol, juegos, aire libre, compartir. Si pregunta a los expertos qué es lo mejor para criar niños y jóvenes sanos, la respuesta también es esta: pase el mayor tiempo posible fuera de casa . ¿La razón? No solo adquieren la vitamina D de la que son tan deficientes, sino que también tienen la forma más sencilla de conocer el mundo y las personas que los rodean.

Aún así, el 36% de los adolescentes de hoy en día pasan al menos dos horas al día jugando videojuegos o computadoras, y casi el 50% ve demasiada televisión. Esta es la alarma lanzada por la Federación Italiana de Pediatras que subraya la preocupante falta de vitamina D en nuestros niños, sustancia fundamental para la fijación del calcio y por tanto para la salud ósea.

Más del 50% de los italianos menores de 16 años, dicen, no tienen niveles adecuados de vitamina D y los más expuestos a los riesgos para la salud derivados de esta insuficiencia son los adolescentes. Se acusa sobre todo de la baja exposición solar de la que depende más del 90% de la absorción de la vitamina .

Es el estilo de vida demasiado “interior”, de hecho, lo que influye significativamente en el estado de las vitaminas: nuestros hijos pasan demasiado tiempo en interiores, nosotros también somos culpables de no dedicarles tanto tiempo y paciencia.

Les hemos dado acceso a demasiados dispositivos para que ya no vean qué más necesitan hacer, incluso salir de casa. Una "elección" que va y va a ir en detrimento de ellos, no solo por la falta de vitaminas sino también y sobre todo por sus habilidades motoras cada vez más debilitadas, así como intelectuales.

Un deporte, un paseo por el parque, un simple paseo al aire libre en verano como en invierno : todo suma y te hace saludable y feliz. Con la ayuda de los rayos del sol, los niños, pero también los adultos, son capaces de sintetizar la vitamina D (gracias a la mediación del dehidrocolesterol, un derivado del colesterol que se encuentra en la piel) y es el sol - o más en Luz natural general: para generar una sensación de bienestar y plenitud que es buena para el cuerpo y el estado de ánimo.

Todo lo que se vincule a una experiencia de la vida fuera del hogar tendrá un efecto duradero en nuestra moral y en nuestros hijos, al crear un círculo vicioso positivo, les enseñará a amar el contacto con la naturaleza desde pequeños y a conocer fronteras, límites. , responsabilidad y libertad de los demás.

En resumen, aprenderán que el mundo es más bello si participas en él desde fuera.

Germana Carillo
Ilustración: Laura De Rosa / Mirabilinto

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