Tabla de contenido

¿Puede una madre ser también nuestra mejor amiga ? Ciertamente puede ocurrir y sucede con más frecuencia de lo que pensamos, pero a veces es difícil de notar. Porque cuando la relación es tan estrecha, tendemos a darla por sentada, al menos hasta que la perdemos.

Las madres se hacen amigas cuando, más allá del vínculo de sangre, existe una conexión positiva con ellas. Por otro lado nos conocen desde que nacemos y nosotros los conocemos desde pequeños, si hay armonía mutua es fácil entenderse sobre la marcha, un movimiento de cabeza, una mueca, una palabra para entenderse puede ser suficiente.

Sin mencionar cuando te ríes del tipo de bromas que nadie más podría entender. Cuestión de amistad, sí, pero también de conocimiento mutuo.

Por supuesto, no todas las relaciones con la madre son tan abiertas, confiables y honestas, pero cuando tienes la suerte de tener una conexión especial, esta relación se vuelve un poco mágica.

Porque ella es el tipo de persona que está dispuesta a estar con nosotros en los buenos y en los malos momentos, y quizás también es una de las pocas personas que puede tolerar nuestro nerviosismo, sabiendo que a veces sucede.

Por eso es importante darse cuenta de su importancia, más allá del papel de madre. Una persona tan especial necesita sentir que la amamos con igual intensidad y es bueno mostrarla con pequeñas y grandes atenciones, sin darlas por sentado. Porque si con una amiga tendemos a ser más conscientes de la importancia de respetar los espacios y, en general, a la persona, con la madre que también es amiga, a veces nos olvidamos.

Pero una persona que nos acepta por quienes somos, que nos recibe con fortalezas y debilidades, sin importar los lazos familiares, es especial.

ILUSTRACIÓN DE LA FUENTE: mirabilinto

Usted también puede estar interesado en:

Nada será igual cuando tus padres se hayan ido

Entradas Populares