Un barco capaz de limpiar al menos parcialmente los mares de plástico flotante. Se llama Manta y fue diseñado por el navegante francés Yvan Bourgnon.
Presentado en los últimos días en París, Manta aún no está en el mar pero la asociación Sea Cleaners ya ha recaudado fondos suficientes para financiar los estudios de viabilidad y construir el prototipo a escala 1/10 que se lanzará al mar. Después de un año y medio de estudiar y recaudar fondos, el aventurero franco-suizo ha dado un paso adelante presentando una maqueta de la versión final. El próximo invierno, el barco estará en el mar para probar el sistema de recogida de residuos.
Yvan Bourgnon es un patrón testarudo que, tras ganar la Transat Jacques Vabre, decidió dar la vuelta al mundo en un catamarán deportivo, cruzando también las islas árticas del gran norte canadiense sin cabina. Un hombre acostumbrado a hazañas y desafíos imposibles.
“Cuando tenía 8 años, di la vuelta al mundo con mis padres, no veíamos plástico. Treinta y cinco años después, está en todas partes ”, dice.
Manta tiene como objetivo recolectar desechos más grandes, ya que las botellas se convierten en microplásticos antes de romperse. En esta etapa, flotan y, por lo tanto, son fáciles de recuperar y reciclar.
Con sus 70 m de eslora y 49 m de ancho, velas y aerogeneradores tan altos como el Arco de Triunfo, este monstruo de los mares gracias a su tamaño le permitirá recoger 250 toneladas de residuos plásticos antes de tener que regresar a un puerto para descárgalos. En un año debería poder recolectar unas 5.000 toneladas.
¿Como? Los arquitectos del “Manta” habían imaginado primero redes o un gran “rastrillo” pero al final eligieron cintas de correr que aspiran los desechos y los llevan a bordo.
Con una huella de carbono minimizada, Manta estará equipado con velas DynaRig y cuatro motores eléctricos propulsados por dos turbinas eólicas y 2000 m² de paneles solares, todo combinado con un potente sistema de almacenamiento.
Durante las fases de recolección, un sistema de sonido mantendrá a los cetáceos y otros peces fuera del camino para evitar capturas accidentales. Manta también cuenta con un laboratorio científico a bordo que permitirá la geolocalización, cuantificación y calificación de residuos. Los datos se proporcionarán a toda la comunidad internacional.
“Los océanos no están uniformemente contaminados. El 95% de los plásticos provienen de los diez ríos más contaminados ”, dijo Patrick Fabre Tip, uno de los cofundadores de Sea Cleaners. "Nos posicionaremos en los estuarios de estos cursos de agua".
Si todo va según lo planeado, Manta estará en funcionamiento en 2022.
Por supuesto, un bote no será suficiente, dado que más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en el mar cada año, pero ayuda con la esperanza de que nuestra dependencia de este peligroso material pueda reducirse.
Francesca Mancuso
