Según los geólogos de GeoNet, existe una alta probabilidad de que Maha Whakaari, el volcán más activo de Nueva Zelanda, vuelva a entrar en erupción en las próximas 24 horas; en este caso la explosión tendría una extensión menor o igual a la del lunes. Además, una nueva capa de ceniza en la isla provocaría serias dificultades para el rescate, entorpeciéndolos totalmente.
Los científicos han advertido a la policía que hasta la fecha, cualquier persona que viaje a la isla estaría expuesta a graves peligros físicos y químicos. Mientras tanto, el equipo de monitoreo de GeoNet continúa funcionando y proporciona datos continuos sobre la actividad del volcán.
El estado de las ayudas y los supervivientes
Las autoridades esperaban poder recuperar a las ocho personas que presuntamente murieron en la isla el miércoles. Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de seis personas en la tragedia. Otros 25 se encuentran en estado crítico en el hospital con quemaduras graves.
El Centro Nacional de Quemados, con sede en el Hospital Middlemore en el sur de Auckland, compró suministros adicionales de apósitos y 1,2 millones de centímetros cuadrados de injertos de piel para tratar las quemaduras de los pacientes. Los médicos y el personal sanitario trabajan las 24 horas para salvar a los supervivientes.
Tras la erupción de un volcán reconocido por los geólogos como "activo", uno se pregunta por qué se permitió a los turistas visitarlo. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo en el parlamento que hay preguntas que hacer y respuestas que encontrar. Mientras tanto, la policía ha anunciado el inicio de una investigación criminal.
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