El sol se pone en el cráter del volcán Stromboli, en Sicilia, como si se lo tragaran. Un espectáculo que te deja sin aliento, para ser visto al menos una vez en la vida. Tan hermoso que se ha convertido en Patrimonio de la Humanidad. O al menos intentarlo.
Parece una pintura dada su belleza, pero el sol que parece deslizarse directamente en la boca del Stromboli es real. Son muchos los que lo admiran en verano. Hoy, la puesta de sol de una de las islas más fascinantes y salvajes de las Islas Eolias podría ser candidata a convertirse en patrimonio de la UNESCO.
Los atardeceres son sugerentes y románticos en todas partes, hasta los niños lo saben, pero esto tiene algo realmente especial. Al caer la noche, en verano, el cielo se tiñe de cálidos tonos anaranjados y rojos, que parecen pintados directamente de las espectaculares erupciones de lava del volcán.
Contra el fondo de color fuego, el sol parece ser tragado por el Stromboli. Un espectáculo único que solo se puede admirar desde algunos lugares de Sicilia y Calabria, desde la Costa degli dei, desde Pizzo Calabro a Zambrone, desde Tropea y desde algunos pueblos del interior frente al mar Tirreno.
De ahí la idea de un comité de jóvenes calabreses, Calabria Network Mediterraneo, para proponer la candidatura de la puesta de sol en Stromboli como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los requisitos están todos ahí: singularidad, universalidad e insustituible. Además, el fenómeno cumple el VII Criterio de la Convención sobre el Patrimonio Mundial de la Humanidad de 1972 según el cual son reconocibles.
“Fenómenos naturales o atmósferas de belleza natural y una importancia estética excepcional”.
Las Islas Eolias ya son Patrimonio de la Unesco desde 2000 como reserva de la biosfera. En las 7 islas, hay dos volcanes activos, Vulcano y Stromboli. Este último suele producir erupciones espectaculares, en promedio una cada hora. Desde su sciara del Fuoco, visible solo desde el mar, los escombros y las cenizas se deslizan constantemente hacia abajo.
Foto: Francesca Mancuso
¡Un espectáculo dentro de un espectáculo!
Francesca Mancuso
