Champale Anderson es una madre muy decidida y generosa. Tiene seis hijos, pero alimenta a muchos otros niños de su vecindario preparando un total de 100 almuerzos diarios para quienes más lo necesitan.
Esta historia proviene de North St. Louis, Missouri, donde vive Champale, madre de 6 hijos. La mujer no solo alimenta a sus hijos sino que cuida todos los días de muchos otros niños de su zona, los más necesitados, para los que prepara almuerzos pero también meriendas e ideas gratis.
Desde hace 5 años la mujer se ha dedicado a esta actividad a favor de su comunidad, empezó a hacerlo luego de notar que los amigos de sus hijos muchas veces pasaban hambre cuando estaban en su casa.
Todos los niños son libres de llamar a su puerta antes y después de la escuela para llevar comida: sándwiches, frutas, verduras, jugos, bocadillos y galletas. Mientras que a las 14.30 la mujer pone fuera de casa una mesa con comida y bolsas llamada "Champ Tears Drops", en el interior siempre hay un bocadillo y una comida sorpresa que cambia día a día.
Champala dijo: “No solo pongo mantequilla de maní y mermelada. Los mezclo con amor y les encantan esos bocadillos "
La mujer, con la ayuda de sus hijos y amigos, prepara alrededor de 100 bolsas todos los días para los niños con almuerzos y meriendas y en ocasiones no son suficientes e inmediatamente comienza a preparar extras.
Todos la conocen, también porque afuera de su casa hay un cartel que promueve la iniciativa: ¡ bocadillos gratis para los niños del barrio! Champala también lleva las maletas directamente a la parada del autobús escolar que está justo enfrente de su casa.
Los padres de los niños que utilizan el servicio están muy agradecidos y, cuando pueden, tratan de ayudarla dándole comida. Pero para obtener los fondos necesarios para su organización benéfica, la mujer creó una página de colección en GoFundMe, pidiendo $ 1,500 para comprar más comida para los niños. La campaña ha rendido mucho más (¡casi 60 mil dólares!).
Ahora su gran sueño es abrir un centro de recreación gratuito para los niños de su barrio.
Francesca Biagioli
