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Shenzhen, China, llega la primera flota de autobuses totalmente eléctricos del mundo. La megalópolis china está tratando de cambiar su rostro y combatir la contaminación revolucionando el sistema de transporte público.

La ciudad se ha equipado con 16.000 autobuses eléctricos, mucho menos contaminantes que el diésel y también más silenciosos. ¿El resultado? Menos contaminación atmosférica y acústica.

Esta enorme ciudad, cuya población se elevó rápidamente a 12 millones, estuvo habitada por solo 3 mil personas hasta la década de 1980. Hasta entonces, era una ciudad comercial en la ruta ferroviaria Kowloon-Canton. En 1979 fue nombrada oficialmente ciudad y más tarde, en mayo de 1980, Deng Xiaoping decidió lanzar uno de los experimentos económicos más atrevidos jamás realizados. La ciudad intenta combinar el modelo económico tradicional chino con uno más liberal, con inversiones provenientes del exterior.

Una ciudad abierta al cambio, como lo confirma la decisión de eliminar por completo los autobuses contaminantes sustituyéndolos por eléctricos. Se estima que esto reducirá las emisiones de CO2 en un 48% al reducir drásticamente otras sustancias como óxidos de nitrógeno, hidrocarburos distintos al metano y partículas.

Shenzhen Bus Group estima que reducirá sus emisiones anuales de CO2 en 440.000 toneladas . Sin mencionar que los costos de combustible se han reducido a la mitad.

"Con los autobuses diésel me acordé de sufrir el calor y el ruido, así como el mal olor de las emisiones, especialmente en verano, pero los autobuses eléctricos marcaron una gran diferencia", dijo Joseph Ma, subdirector general de Shenzhen Bus Group. la más grande de las tres principales empresas de transporte de la ciudad.

Más de la mitad del costo de la compra de los nuevos buses corrió a cargo del gobierno pero las empresas pueden tener otro subsidio estatal, ligado a los kilómetros recorridos y útil para reducir el precio de los pasajes.

Para mantener en funcionamiento la flota de vehículos eléctricos de Shenzhen, la ciudad ha construido alrededor de 40.000 estaciones de carga. Shenzhen Bus Company tiene 180 depósitos con sus propios sistemas de carga instalados. Uno de sus depósitos principales, Futian, puede recargar alrededor de 20 autobuses al mismo tiempo.

Muchos se cargan durante la noche durante aproximadamente 2 horas y pueden manejar todo el servicio con una sola carga. Este es uno de los puntos fuertes de la iniciativa, el uso generalizado de puntos de recarga.

Un giro agradable que podría ser tomado como ejemplo por muchas otras ciudades del mundo.

Francesca Mancuso

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