El abrigo suspendido también llega a Friuli. Quien quiera puede poner a su disposición no solo chaquetas gruesas, sino también bufandas y guantes. Un bonito gesto de solidaridad a favor de quienes no tienen con qué cubrirse y afrontan las duras temperaturas invernales.
Hay muchas iniciativas similares que se han llevado a cabo a lo largo de los años. El último viene de Friuli Venezia Giulia, precisamente de Cervignano, en la provincia de Udine, donde Daniela Di Gennaro y su estudio Didattica dell'Arte han lanzado un concurso solidario entre adultos y niños.
A menudo, las chaquetas y los abrigos permanecen cerrados en nuestros armarios, esperando ser usados. Sin embargo, pasan los años y son solo volumen, son un desorden. En cambio, podrían calentar a los necesitados, desde los sin techo hasta los que, por vergüenza o miedo, no quieren pedir ayuda.
Para ello Daniela Di Gennaro, educadora de museos, y ya activa en el frente solidario, ha creado esta iniciativa. Su estudio de arte didáctico es un espacio dedicado a niños, adolescentes y adultos en el que experimentar con los diversos lenguajes expresivos que brinda el arte contemporáneo, pero no solo.
Como ayudar
Quien se encuentre en la zona y quiera, puede traer su propia ropa que será colgada por los niños del estudio el viernes 7 de diciembre a las 17.30 horas en el centro de la ciudad de Cervignano.
“En algunas ciudades muy frías del mundo, ha comenzado un extraño fenómeno que parece una instalación de arte: chaquetas, abrigos, bufandas y sombreros colgados de postes de luz o troncos de árboles. Se trata de una iniciativa solidaria nacida espontáneamente por la gente para ayudar a las familias pobres. El viernes 7 de diciembre, un grupo de niños creativos irá a la Piazza Indipendenza de Cervignano para colgarlos de los árboles, con la esperanza de que le sean útiles a alguien ". se puede leer en la página oficial de Facebook.
Los niños agregarán tarjetas a cada prenda para dar calidez y una sonrisa como solo ellos pueden
Cualquiera puede donar. Un pequeño gesto, que en algunos casos incluso puede salvar vidas.
Francesca Mancuso
