Tabla de contenido

Combinado con terapias tradicionales, tres meses continuos de "Ballu tundu" mejoran el equilibrio, la movilidad funcional, la capacidad de ejercicio y la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Parkinson.

Un baile tradicional, el “Ballu tundu”, para mejorar la vida de los afectados por el Parkinson. En tan solo tres meses se observarían los primeros efectos positivos en los pacientes, física y mentalmente, si se combina el baile con la rehabilitación clásica y las drogas tradicionales.

Esto es lo que surge del estudio "Danza folclórica sarda para personas con enfermedad de Parkinson: un ensayo piloto controlado aleatorio", concebido e implementado por un equipo integrado del Departamento de Ciencias Médicas y Salud Pública de la Universidad de Cagliari.

El proyecto forma parte de una línea de investigación que rinde homenaje a la tradición más antigua de Cerdeña y de los bailes típicos, potenciando sus cualidades preventivas y rehabilitadoras, es decir, capaz de mejorar muchas variables funcionales, como el equilibrio, la longitud de la zancada, la capacidad de ejercicio, la fuerza de los miembros inferiores junto con los síntomas no motores más conocidos como depresión, apatía y trastornos cognitivos.

El Ballu tundu es un baile alegre que siempre se realiza en ocasiones y eventos festivos, especialmente en Barbagia. Se realiza tomados de la mano con los brazos fuertemente flexionados a la altura de los codos, realizando un paso doble más cadencia del pie derecho. Los bailarines se disponen en un círculo ("tundu", redondo), del que se turnan una pareja que baila en el centro. Se caracteriza por dos movimientos principales: sa serio (parte introductoria) y su sartiu, parte más viva.

Ahora, realizadas en una muestra de 20 pacientes sardos de ambos sexos, diagnosticados con la enfermedad de Parkinson durante aproximadamente 5 años, las investigaciones, que duraron casi dos años, necesarias para la planificación de todas las fases de evaluación, la implementación del programa de danza, la difusión y publicación de los resultados del proyecto - pudieron constatar las consecuencias positivas de esta actividad grupal folclórica.

Quién sabe, no funciona con la pizzica de Salento ni con la tarantela napolitana. Por supuesto, el principio en el que se basa esta investigación es tan antiguo como el mundo: a menudo, solo la actividad física buena y regular es la panacea contra todos los males.

Leer también

  • Parque multifuncional de la felicidad: el primer bosque 'comestible' de Cerdeña
  • En Cerdeña se ha aprobado la ley que protege la lengua sarda, que también se impartirá en el colegio
  • Cerdeña lista para cultivar quinua italiana (también) para relanzar la agricultura


Portada de la foto de Germana Carrillo

Entradas Populares