Los coches eléctricos emiten un 50% menos de gases de efecto invernadero que el diésel. Si bien es cierto que los vehículos eléctricos también tienen su propio impacto ambiental ligado sobre todo a la recarga de baterías, por otro lado, una nueva investigación ha revelado que las emisiones contaminantes en comparación con el diésel se reducen a la mitad.
El estudio fue realizado por la Universidad VUB en Bélgica y analizó las emisiones contaminantes de los automóviles en Europa.
Según los análisis, los coches eléctricos emiten muchos menos gases de efecto invernadero durante su vida útil que los motores diésel, incluso cuando funcionan con la energía más contaminante, es decir, la producida con carbón en las centrales eléctricas.
Incluso en los países con mayor intensidad de gases de efecto invernadero vinculados a la producción de electricidad, a saber , Polonia y Alemania, los coches eléctricos garantizan menores emisiones. Al observar los datos de Polonia, un país que utiliza grandes cantidades de carbón para la producción de energía, los vehículos eléctricos produjeron un cuarto menos de emisiones que los vehículos con motor diésel. Considerando el país europeo que produce la energía más limpia, Suecia, el estudio reveló que los vehículos eléctricos emitían un 85% menos de gases de efecto invernadero que los motores más contaminantes.
"Con la rápida descarbonización de la combinación de electricidad de la UE, en promedio, los vehículos eléctricos emitirán la mitad de las emisiones de CO2 de un automóvil diésel para 2030, incluidas las emisiones relacionadas con la producción", dijo Yoann Le Petit, portavoz de la ONG Transporte y Medio Ambiente. (T&E) quien encargó el estudio.
No solo emisiones. Otra investigación realizada por T&E muestra que la disponibilidad de materiales para baterías, como el cobalto y el litio, no detendrá la transición a la electricidad. En el caso del litio, las reservas podrían durar alrededor de 185 años. En cualquier caso, la extracción de estos materiales debe estar certificada con altos estándares para gestionar los impactos ambientales y sociales.
También hay que considerar que los avances tecnológicos y el uso creciente de fuentes de energía renovables las harán cada vez más ventajosas, al menos desde el punto de vista medioambiental.
Francesca Mancuso
