Mientras estaba en la playa notó algo en el agua: una botella que flotaba , pero se movía de una manera muy extraña. Lo que vio con sus ojos es increíble.
Hace algún tiempo, Kuo Lung Liao , un residente de Kaohsiung en Taiwán, encontró inesperadamente una botella de plástico en el mar, un caso no aislado que lamentablemente dirás, lo que lo dejó con la respiración contenida fue otro hecho.
De hecho, había una tortuga pegada a la botella . Alguien había creído conveniente pegar el plástico con la silicona a la carcasa. Una imagen terrible que muestra una vez más, con qué frecuencia el hombre logra dañar a cualquier tipo de criatura.
En este caso, seguro que para reír con amigos. Afortunadamente, Kuo tuvo el sentido común de liberarla, raspando suavemente la botella para evitar dañar a la tortuga.
Probablemente había estado allí durante años porque mientras tanto había crecido musgo alrededor del caparazón. Durante mucho tiempo, con ese lastre el animal no pudo alimentarse bien , ni claramente nadar.
Una vez liberada, de hecho, la tortuga incluso tuvo dificultades para encontrar el equilibrio , pero una vez que recuperó su libertad, volvió a nadar feliz. Aunque esta historia se remonta a hace unos años, queríamos contarte sobre ella después de un verano en el que los animales han estado en el centro del abuso y la opresión.
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Y esta es la enésima vez. La esperanza es no contarte más.
Dominella Trunfio
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