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Lo habían atado con una cuerda para permanecer cerca de la roca. Estamos hablando del cisne Renzo, comprado con una colección entre los ciudadanos y luego registrado a nombre de un particular que lo tiene en el mar de Gallipoli, precisamente en la roca de Uccolette. La fotografía ha suscitado numerosas polémicas sobre el bienestar animal, involucrando a los ciudadanos y al propio empresario que tiene al animal bajo custodia.

Estas mismas aguas habían sido el hogar de otro cisne rebautizado como Donato, pero a diferencia de Renzo, el primero había elegido libremente detenerse allí. Durante tres años había sido una atracción turística, pero nadie lo había atado ni molestado. La cosa ciertamente causó revuelo porque los cisnes están en agua dulce, pero Donato estaba muy feliz.

Tras su muerte por causas naturales, los ciudadanos recaudaron 1.800 euros y compraron otro cisne de una finca en el norte de Italia, que luego se hizo a nombre del empresario local y concejal Sandro Quintana. El hombre en los últimos días había mostrado al pobre cisne atado a una cuerda, todo para atraer turistas cerca de su restaurante. Tras el vespaio de polémica, Renzo fue secuestrado por los carabinieri y trasladado al Centro de Vida Silvestre Calimera que está revisando su estado.

“El restaurador dice que el uso de la cuerda fue recomendado por un biólogo (!) Para acostumbrar al animal al medio y hacer que deje de irse. Por tanto, un movimiento publicitario lamentable para promocionar el propio restaurante ”, escribe Basta Delfinari.

EL CISNE ATADO AL RELOJ PARA ATRAER TURISTASEditar: actualización …

Publicado por Basta delfinari el martes 2 de junio de 2020

Lo que sin duda llamó la atención es que se han cortado las aletas necesarias para el vuelo. En una nota conjunta Legambiente y Lipu, a través de los representantes locales Maurizio Manna y Giuseppe Mazzeo, explicaron que "al ser un animal nacido y vivido constreñido, su colocación en un entorno abierto y seminatural es ciertamente una mejora", subrayando sin embargo la importancia de control constante por parte de un veterinario y al mismo tiempo resaltando cuestiones críticas desde el punto de vista legal y regulatorio.

Recuerde, de hecho, que el cisne mudo está protegido por la ley pero al mismo tiempo puede criarse en cautiverio y venderse.

Publicado por Sandro Quintana el miércoles 3 de junio de 2020

Quintana se defendió en las redes sociales diciendo que "el cisne ya estaba comprado y tuve que ponerle mi nombre para no dejarlo a merced de los acontecimientos".

En resumen, otra historia absurda que no mira en absoluto el bienestar animal.

Fuente: Basta Delfinari / Legambiente, Lipu

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