Las hembras de libélula adoptan una estrategia particular para alienar a los machos con los que no quieren aparearse. En lugar de fingir un dolor de cabeza mundano o poner otras excusas, caen al suelo y fingen estar muertos cuando son perseguidos por un hombre que no les gusta.
El extraño comportamiento fue observado por el investigador Rassim Khelifa de la Universidad de Zúrich, quien realizó un estudio sobre Aeshna juncea, una libélula conocida como el dragón alpino.
La libélula es un insecto que vive alrededor de estanques y humedales en diferentes partes del mundo, incluidas Europa, Asia y América del Norte.
Cuando alcanzan la madurez y están listas para reproducirse , las hembras vuelan a los estanques en busca de un macho. Los machos interceptan a las hembras durante el vuelo y, tras el apareamiento, las hembras ponen sus huevos y los cuidan.
Una vez que han puesto sus huevos , a las libélulas hembras no les gusta el apareamiento posterior, lo que podría dañar el sistema reproductivo, por lo que si son cortejadas por otro macho fingen morir .
Khelifa analizó 31 especímenes de libélula, mostrando un comportamiento "kamikaze" en 27 hembras. Según el estudio, la estrategia funciona en la mayoría de los casos : hasta 21 mujeres lograron engañar a los hombres.
El macho, al ver a la hembra aparentemente sin vida , vuela durante unos minutos y luego se va en busca de otras conquistas. En ese momento, la hembra vuelve a volar como si nada.
Parece que las hembras de libélula inscenino la muerte para protegerse y que de esta forma son capaces de vivir más tiempo y producir más crías.
Fuente de referencia: Revista de la ESA