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Vive solo y ha tenido lo que él mismo llama una brillante idea: es el español Antonio García López de 72 años y su propuesta es compartir su casa con otras personas mayores que se encuentran en la misma situación y que no pueden permitirse un colocado en una residencia geriátrica. Una buena razón para hacer compañía y no estar solo.

De hecho, muchas personas mayores ya están experimentando con la covivienda, también gracias a los problemas financieros asociados con las pensiones que a menudo son demasiado bajas para soportar los costos de vida (y de las casas de retiro).

“Tengo una casa enorme, con todas las comodidades, pero se ha vuelto muy grande. Mi idea es alquilar las habitaciones y, de esta manera, cubrir los gastos de vivienda junto con otros y ayudarnos unos a otros ”, cuenta a un diario local.

Antonio vive en la comunidad autónoma de Galicia , España, y una vez trabajó como gerente de recursos humanos. "Creo que puedo trasladar este conocimiento a este proyecto", dice el abuelo incansable que ya ha realizado dos rápidos cálculos:

“Sería mucho más barato que un asilo de ancianos, lo cual es una verdadera estafa. Calculo que con unos 1.200 euros al mes podrías gestionar la casa fácilmente. Por tanto, cada uno aportaría alrededor de 300 €, excluidos los gastos de alimentación. No solo se beneficiarían, sino que también tendrían una buena calidad de vida ”.

Evidentemente, apunta Antonio García López, habría reglas a respetar, una de las cuales no es la televisión a todo volumen.

Antonio García recuerda haber comenzado a construir la casa en 2007 pero que, entre muchas cosas, no la terminó hasta el año pasado. La posibilidad de vender la propiedad e irse a un lugar más modesto ya la ha descartado. “Este chalet, de cuatro plantas y un jardín de 200 metros cuadrados, vale más de 400.000 euros. No quiero vender algo de ese valor para comprar otra cosa que es inútil ”, dice.

¡Entonces la idea es simple! Para salir de la soledad y compartir gastos, pero también tiempo, caminar, reír y hacer compañía, la alternativa perfecta es reunir a otras personas mayores.

Una idea hermosa y generosa, ¿no crees? Entre otras cosas, estar decidido a no pasar la vejez en soledad y, de hecho, estar convencido de que quieres compartir más tiempo y un techo (con todos los problemas que puedan surgir) con otras personas es una buena forma de evitar la tristeza. la monotonía de una época que ya no es lo que era y también, por qué no, depresión.

¿Quién de ustedes haría tal cosa?

Fuente: La voz de Galicia

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