La lucha contra el desperdicio de alimentos en Bolonia comienza desde las escuelas. Hace unos días, a los alumnos de Primaria y Bachillerato se les entregó una bolsa especial resistente y lavable para llevarse los restos de comida a casa: se trata de la “Bolsa ahorradora de residuos”.
Esta buena costumbre se está extendiendo cada vez más en los restaurantes, pero ahora también está apareciendo en las escuelas boloñesas gracias a la empresa Ribò, que sirve más de 20.000 comidas en las escuelas de la capital emiliana, en colaboración con el Ayuntamiento, el Ausl y Last Minute. Mercado.
De hecho, en los últimos días se puso en marcha el proyecto Io non waste, una amplia campaña de sensibilización útil para que los niños comprendan lo importante que es no tirar los alimentos no consumidos.
A todos los jóvenes estudiantes boloñeses se les entregó una bolsa especial reutilizable para llevar a casa todo lo que no pudieran consumir en la escuela, desde fruta hasta pan y bocadillos. Sin embargo, para garantizar la seguridad alimentaria, no se puede utilizar para productos refrigerados o a granel, como yogur, parmesano, pizza, focaccia y donas. Además de los niños, también se solicitó la colaboración de los padres para garantizar el correcto uso de las bolsas.
Y a los estudiantes parece gustarles. Todos los días salen de los colegios con la bolsita llena de comida, satisfechos y conscientes del pequeño pero gran gesto a favor del medio ambiente.
“Los objetivos de la campaña van encaminados a reducir el desperdicio de alimentos, reconocer el valor de los alimentos, promover la recogida selectiva y el respeto al medio ambiente y hacer hincapié en la importancia de una nutrición adecuada” , se lee en la web oficial.
No solo sobres. Las escuelas también contaron con carteles y manteles individuales destinados a los refectorios con mensajes e ilustraciones destinadas a mejorar y promover las buenas prácticas en la lucha contra el desperdicio de alimentos.
Las escuelas también tendrán que hacer su parte contra el desperdicio: podrán donar pan, fruta, leche UHT y productos envasados no perecederos.
¡Una gran iniciativa que esperamos sea adoptada también en otras ciudades!
Francesca Mancuso
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