No dejó de ladrar hasta que por fin llegó alguien para ayudar a su dueño, un chico de 22 años que había sido atrapado por una enfermedad repentina. El ladrido desesperado del perro fue fundamental para salvar su vida.
Una historia que podría haberse convertido en tragedia, pero que afortunadamente tuvo un giro diferente, aunque todavía es muy pronto para hablar de un final feliz. El joven de 22 años fue hospitalizado en cuidados intensivos.
Sus condiciones aún están por definir, pero los rumores indican que ya no corre peligro de muerte. Lo cierto es que su perro, un mestizo de tamaño mediano, realmente hizo todo lo posible para que alguien entrara a la casa para ayudarlo.
El niño se había sentido enfermo en su apartamento de via San Faustino en Brescia, de repente se derrumbó en el suelo. En ese momento, el perro ladró sin parar pidiendo ayuda. Precisamente así llamó la atención de los vecinos que llamaron al 112. Sin que nadie atendiera el intercomunicador, los carabinieri subieron por el alero y entraron a la casa por una ventana.
De ahí el descubrimiento del niño desplomado y su perro a su lado para velar por él. El joven de 22 años fue trasladado al Hospital Civil de Brescia para diversas investigaciones. Una historia que demuestra una vez más lo extraordinarios que son los animales y el amor incondicional que nos tienen. Y sin esos incesantes ladridos quizás este artículo hubiera tenido un final diferente.
Afortunadamente, esto no sucedió y el perro héroe solo tiene que esperar a que regrese su amigo.
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Dominella Trunfio
