Un paso subterráneo común se transforma en una instalación sonora y colorida. Sucede en Katowice, Polonia: donde había un túnel oscuro, hoy hay un verdadero museo cromático.
La idea surge del estudio de diseño colectivo antyRAMA, que ha creado un verdadero túnel musical iluminado por LEDs. Gracias a los tubos de PVC que forman una onda sonora, los transeúntes se sumergen en una atmósfera surrealista donde los colores son los maestros.
Las tuberías cuelgan del techo y se balancean gracias al viento que sopla dentro del paso subterráneo, moviéndose se golpean entre sí creando una variedad de efectos de sonido. Pero los transeúntes también pueden operar e interactuar con ellos para dar vida a los sonidos.
Todos los tubos tienen diferentes longitudes, mientras que los puntos de luz LED circundantes iluminan el área y crean un ambiente verdaderamente sugerente. En definitiva, una hermosa idea para repensar el concepto de un lugar que de estrecho se vuelve acogedor, demostrando que a veces se necesita poco para hacer las ciudades más habitables.
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Dominella Trunfio
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