Desfibrilador ( AED o AED en inglés). Una herramienta que puede salvar una vida y que todo el mundo debería saber utilizar. No se trata de maniobras especialmente complicadas, pero es bueno conocer los pasos principales y cómo intervenir en caso de infarto.

Todos podríamos encontrarnos presenciando la lamentable situación en la que alguien sufre un infarto. Desafortunadamente, no siempre tenemos un desfibrilador disponible (mucho depende de dónde estemos) pero, si lo hay, es bueno estar seguro de que sabe cómo usarlo. De hecho, la vida de una persona está en nuestras manos.

Los desfibriladores se encuentran a menudo en lugares públicos como estaciones de tren, aeropuertos, gimnasios, centros comerciales o dentro de grandes oficinas. Entre otras cosas, a partir del 1 de julio está vigente la obligación, también para todas las asociaciones y clubes deportivos aficionados, de equiparse con desfibriladores.

El problema es que en ocasiones, aunque tengamos los medios disponibles, no tenemos la confianza suficiente para utilizarlos cuando sea necesario y tenemos miedo de empeorar la situación de la persona afectada por un infarto. Según Christopher Smith, investigador de la Universidad de Warrick en el Reino Unido, los estudios internacionales muestran que menos del 5% de los pacientes que sufren un paro cardíaco en realidad utilizan un desfibrilador. Esto se debe no solo al temor de que las personas se enfrenten a un instrumento que no conocen, sino también a que estos dispositivos aún no están bien ubicados en el territorio.

Es bueno saber que los desfibriladores son, en la mayoría de los casos, semiautomáticos o automáticos o, una vez que se sostienen, brindan instrucciones de audio muy simples y claras que explican cómo usarlos mejor.

Sin embargo, existen diferentes tipos de desfibriladores:

  • Manual: es un dispositivo que utilizan médicos y personal sanitario, su uso es complicado ya que la evaluación de las condiciones cardíacas está completamente delegada a quienes lo utilizan así como el manejo de las descargas eléctricas.
  • Semiautomático externo: una vez encendido y conectado al paciente, el dispositivo básicamente funciona automáticamente. Sin embargo, si es necesario administrar una descarga eléctrica, el operador debe volver al estado activo presionando el botón correspondiente.
  • Automático externo: es un instrumento que, una vez encendido y conectado, hace todo por sí solo, incluida la entrega de la descarga al paciente.

Cómo funciona un desfibrilador

En primer lugar, es fundamental subrayar que ante cualquier situación de emergencia, más aún si se trata de una grave como esta, lo primero que hay que hacer es indicarle a alguien más presente que llame inmediatamente a urgencias.

También es importante entender si realmente estamos ante un infarto comprobando si la persona responde o no a los estímulos táctiles o auditivos más simples y respira. Si la respuesta es negativa, es necesario proceder de inmediato a la reanimación cardiopulmonar, mientras tanto alguien más se encargará de extraer el desfibrilador de la pared donde está colocado o irá a buscarlo en el lugar más cercano donde se encuentre.

Una vez que el desfibrilador está en la mano, debe abrirse y en la mayoría de los casos se encenderá automáticamente (si no, presione el botón de encendido y apagado).

Todos los desfibriladores semiautomáticos o automáticos funcionan de la misma manera: tienen un botón de encendido y dos electrodos ya conectados al dispositivo para ser aplicados en el pecho del paciente, secar con la ayuda de parches (vendajes adhesivos).

Una vez que el dispositivo está encendido, proporciona instrucciones sencillas sobre qué hacer, como "aplicar los electrodos en el pecho desnudo del paciente" o "conectar el conector del electrodo junto a la luz intermitente".

Primero hay que colocar los electrodos, uno debajo de la clavícula derecha y el otro en el medio del pecho del lado izquierdo (todavía quedan los dibujos sobre los parches que indican dónde deben colocarse), en este punto el desfibrilador analizará al paciente y lo hará decide si su intervención es necesaria o no. De hecho, antes de proporcionar el impulso eléctrico, el desfibrilador analiza la frecuencia cardíaca del paciente y evalúa si procede o no con las descargas.

A lo largo de la duración del uso, se darán instrucciones de audio simples que cualquier persona puede seguir, incluso si no tiene capacitación. Es bueno que cuando el mismo desfibrilador lo requiera, los presentes se alejen del paciente. Por ejemplo, es importante que nadie lo toque durante la aplicación de descargas eléctricas sino también en la fase de análisis.

La máquina también puede recomendarle que "comience la RCP" y varios minutos después vuelva a examinar su frecuencia cardíaca.

El operador debe seguir las instrucciones del desfibrilador hasta que la persona muestre signos de vida o hasta que llegue la ayuda.

Vea el video para comprender mejor cómo usar la desfibrilación:

¿Ha usado alguna vez un desfibrilador? ¿Puedes usarlo en caso de emergencia?

Francesca Biagioli

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