En San Francisco, cada casa tiene su propia personalidad, pero no se trata de una cuestión arquitectónica, sino de lo que cada uno logra con el arte topiario.
Hay formas geométricas de todo tipo, edificios literalmente devorados por la naturaleza, árboles trabajados de forma artesanal que se hacen uno con las casas. Así, caminando por las calles de San Francisco, no será difícil toparse con uno de estos árboles creados con arte topiario: plantas urbanas y domésticas que se transforman en esculturas al aire libre.
Intrigado por la belleza de esta naturaleza ayudada en la transformación por el hombre, el fotógrafo Alan W. George, luego de mudarse a la ciudad, decidió inmortalizarla. En sus fotografías está toda la esencia del arte topiario, es decir, de aquellas técnicas que se utilizan para dar forma a árboles y arbustos con una función decorativa y ornamental, respetando claramente el medio ambiente.
Utilizado desde la antigüedad, este arte fue popular en los jardines romanos, pero también en los renacentistas que aún siguen fascinando. Luz verde para obeliscos, jarrones, animales y objetos, mientras que en San Francisco se prefiere el contraste de formas naturales.
Naturaleza en todas sus formas:
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Foto: Kelsey McClellan 
Foto: Kelsey McClellan Dominella Trunfio Foto: Alan W. George 
