Los deportes acuáticos neonatales , también conocidos como natación para bebés, una actividad cada vez más solicitada y apreciada por madres y padres. Pero, ¿cuáles son los beneficios de la natación para los bebés ? Después de los primeros 3 meses de vida, los bebés pueden iniciar un curso acuático neonatal, obviamente no es natación real para aprender los diversos estilos sino más bien una forma de desarrollar algunas habilidades de los niños : capacidad de flotar, corta apnea, capacidad para recuperar objetos, etc.

Todo con la presencia de un instructor y un padre que sigue al pequeño paso a paso. También se suele utilizar música, en ocasiones se realizan masajes, todo según el caso ayudado por el uso de tubos, apoyabrazos, chalecos salvavidas y otros apoyos importantes para los niños.

La natación para bebés no solo es divertida, sino que también es útil tanto para los niños como para los padres.

Aquí están las 10 razones principales por las que nadar en la primera infancia es una experiencia para hacer:

Familiarízate con el agua

Los recién nacidos están acostumbrados a vivir en el agua durante los nueve meses de gestación, hacer que permanezcan en el medio acuático incluso después es una forma de continuar la experiencia prenatal que les permite aprender a manejar mejor su relación con el agua. Acostumbrarse a ellos ya en los primeros meses de vida les permitirá mantener la familiaridad con el agua y, si continúan en el tiempo, podrán nadar y evitar el peligro de ahogarse.

Ayuda a la salud física y mental

La natación, como otras actividades físicas, ayuda no solo al cuerpo sino también a la mente. Ya desde temprana edad esta experiencia sirve para mantener activo el cuerpo y acostumbrar al niño a la importancia del movimiento que ayuda y fortalece el corazón y los pulmones pero también, en el caso de los más pequeños, favorece el desarrollo cerebral.

Fortalece el vínculo entre padres e hijos

El contacto piel a piel en el agua como afuera (por ejemplo, usando la banda) fortalece el vínculo entre padres e hijos. Por lo general, la natación para bebés solo acepta un acompañante, por lo tanto, la madre, el padre o la abuela o el abuelo. Es una excelente oportunidad para pasar un rato con tus hijos de una manera divertida y al mismo tiempo útil y relajante.

Crear confianza

Familiarizar a los niños con el agua desde una edad temprana ayuda a prevenir posibles miedos futuros al aumentar la confianza de que siempre podrán arreglárselas. Durante las clases de natación para bebés se realizan ejercicios que involucran movimientos independientes en el agua, manteniéndose al lado de los padres, lo que ayuda a incrementar la sensación de seguridad y confianza de los niños .

Desarrollar la coordinación

A través de las lecciones en el agua ayudas a mejorar la coordinación y el equilibrio, afinando así la motricidad de los niños en el agua día tras día, pero no solo. Un estudio de 2009 de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología encontró que los niños que nadan tienen mejor equilibrio y son capaces de agarrar objetos con mayor facilidad que los que no nadan.

Mejora el control muscular

El hecho de flotar pero sobre todo la resistencia del agua ayuda a los niños a poner en movimiento sus músculos ejercitándolos de una forma más eficaz que en tierra firme. Una investigación de Finlandia ha demostrado que los bebés que nadan a una edad muy temprana caminan antes gracias a su excelente control muscular.

Desarrolle sus habilidades de aprendizaje

Como hemos dicho, los beneficios no son solo físicos, los niños aprenden a escuchar las peticiones de su maestro mejorando así sus niveles de comprensión y habilidades mentales . El “Proyecto de natación para los primeros años” de la Universidad de Griffith encontró que una vez que comienza la escuela, los niños que nadaron temprano en la vida se desempeñan mejor en la resolución de problemas matemáticos contando y siguiendo instrucciones.

Relajarse

El agua caliente relaja a los niños y la natación, dado el gran movimiento que implica, la resistencia del agua y el gasto energético, estimula el apetito . El resultado podría ser una mejor noche de sueño y una excelente relación con la comida y la comida para bebés.

Una oportunidad para socializar

Si comienza a nadar para bebés muy temprano, tal vez entre los 3 y 6 meses, probablemente esta sea la primera actividad social de su bebé . Las clases de natación semanales ayudan a estructurar su semana o día ofreciendo diversión regular a lo largo del tiempo y actividad social a los niños que estarán en el agua con sus compañeros, aunque obviamente, al menos al principio, no interactúen entre ellos. .

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Diversión para toda la familia

Y por último, pero no menos importante, recuerde que la natación para bebés es divertida tanto para los niños como para los padres. Una forma de pasar tiempo juntos de una forma original y útil.

¿Has traído a tus hijos a nadar para bebés? ¿Le gustó la experiencia?

Francesca Biagioli

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