"Nunca callaré", nunca más callaré . El fotógrafo Marcio Freitas lanzó un fuerte mensaje en la playa de Copacabana en Río de Janeiro.
420 braguitas rojas y blancas y decenas de fotos de mujeres con el rostro ensangrentado: una instalación al aire libre para reafirmar una vez más que hay que acabar con la violencia contra las mujeres .
El número 420 no fue elegido al azar, pero es amargamente el de las mujeres en Brasil que sufren violencia cada 72 horas, para un total de 50 mil al año. En la famosa playa destacan enormes fotografías de gran impacto, luego de otro caso de la adolescente de 16 años violada por un grupo de 30 hombres en el mismo país brasileño.
Los autores incluso habían inmortalizado todo en un video que luego publicaron en Twitter. Y por enésima vez, era la niña la que se había convertido en una doble víctima. “Me violaron, pero dicen que es culpa mía. Me quitaron todo, incluso mi cuerpo ”, dijo en una entrevista con el Wall Street Journal.
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En “Nunca callaré” las veinte modelos están retratadas con el signo rojo de una mano en el rostro, símbolo de silencio, abuso, miedo pero también de subyugación.
La exposición Freitas abre una página dolorosa en nuestra sociedad, la violencia contra las mujeres es un delito generalizado en todo el mundo y no solo en Brasil donde desde 2021 se han contabilizado más de 47 mil violaciones. Datos escalofriantes sobre los que el fotógrafo nos invita a reflexionar en un sentido más amplio de cara a los próximos Juegos Olímpicos.
Violación, turismo sexual, maltrato doméstico, diferentes nombres y actos que contienen una sola realidad triste: la violencia contra la mujer es el pan de cada día que aún esconde prejuicios y estereotipos.
Dominella Trunfio
Foto de Marcio Freitas en Facebook
