Te dan ganas de enmarcarlos y colgarlos en la pared ya que son perfectos, en realidad no los miran ¡sino que se los comen! Sí, son galletas comunes transformadas en obras de arte.
Todo gracias a la pastelera Judit Czinkné que trabaja desde Mézesmanna, una espectacular pastelería ubicada en Ajka en Hungría donde se crean estas galletas.
Judit utiliza sus habilidades como pintora siempre decorándolas de una forma diferente e imaginativa. Ya sea que estén inspirados en un cuadro o en el fruto de su imaginación, el resultado es realmente increíble: ¡ casi una pena comerlos!
¿Quieres intentar decorarlos también? ¡Mira este tutorial!
El resultado podría ser (quizás) lo que ves en estas imágenes:
Dominella Trunfio
Foto
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