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Caracteristicas

Entre las principales características de esta planta tan extendida se encuentra el hecho de que pertenece a la "categoría" de las plantas herbáceas, además de tener un desarrollo típicamente arbustivo.

Es una planta que no crece mucho, llegando hasta los treinta y cuarenta centímetros de altura, pero que se caracteriza por desarrollar una espesa ramificación a partir del suelo.

Las hojas de lavanda se caracterizan por ser opuestas y sésiles y denotan una forma típicamente aguda: partiendo de la base tienen un aspecto bastante denso, que se vuelve, progresando hacia arriba, lineal y lanceolado.

Las espigas de la planta de lavanda se caracterizan por ser pediculadas, además de desarrollar una ramificación típica en la base de la planta, mientras que los frutos se ubican exactamente dentro del cáliz persistente.

Habitat

En cuanto al mejor ambiente para el desarrollo de la planta de lavanda, es necesario destacar cómo nos enfrentamos a especies que pertenecen a la categoría de plantas rústicas y, por ello, se caracteriza por tener una notable resistencia.

La lavanda crece de forma espontánea en todas aquellas zonas típicamente montañosas, caracterizadas por un alto grado de aridez, además de ser zonas especialmente pedregosas.

En particular, la lavanda crece de forma espontánea en diversas zonas del sur de la península italiana.

Es una planta cuyo cultivo comprende un territorio extremadamente extenso y expansivo, especialmente con fines industriales.

Podemos encontrar un gran número de especies de lavanda, pero en realidad las características siempre son las mismas y, de la misma forma, las propiedades beneficiosas y medicinales de las distintas variedades de lavanda también son prácticamente las mismas.

En cuanto a la exposición, dado que la lavanda es una planta rústica, es importante repararla solo en caso de heladas severas. Es una planta que se desarrolla muy bien en todas aquellas zonas particularmente golpeadas por los rayos del sol y que además están bien ventiladas.

Además, la lavanda necesita una serie de riegos que no superen determinados límites: por ejemplo, es imprescindible esperar a que el suelo se haya secado por completo antes de proceder al siguiente riego.

Siempre es mejor dejarla, quizás, unos días sin agua, en lugar de tener un suelo excesivamente lleno de agua: por lo tanto, evite que el riego de la lavanda sea demasiado frecuente y abundante.

La lavanda es una de esas plantas que no necesita recibir fertilizante, aunque en algunas es recomendable utilizar un mínimo de fertilizante cuando comienza la temporada vegetativa, es decir, durante el mes de abril.

Difusión

La lavanda es una especie muy especial que forma parte de la gran familia Lamiaceae y pertenece al género Lavandula.

Es una planta que se caracteriza por un desarrollo que se concentra, en particular, en la zona tirrena de los picos alpinos y apeninos.

La lavanda crece desde Liguria hasta Sicilia, en un área entre 800 y 1500 metros de altitud (aunque alcanza estas últimas alturas solo en los lugares más atrasados).

Esta planta se puede reconocer con mucha facilidad, ya que su formación se produce mediante el desarrollo de tallos tupidos, característica presente en prácticamente todas las especies de la planta lavanda.

La lavanda se puede encontrar muy fácilmente también por su notable e intensa fragancia: un detalle inconfundible para los amantes de esta planta, que nos permite considerar esta especie como una de las más características de toda la zona ocupada por los Alpes Occidentales.

Cultivo de lavanda: cosecha

Cuando pretendemos prever el cultivo de una planta de lavanda, debemos tener en cuenta las principales características de esta especie.

En primer lugar, es fundamental subrayar cómo, en la mayoría de los casos, se utilizan todas las copas floridas.

De hecho, las flores de lavanda se someten con bastante frecuencia a un proceso que implica el secado en un lugar extremadamente sombreado y ventilado.

Entre otras características, las espigas florales tienen una peculiaridad única, a saber, la de mantener un aroma elegante y cautivador durante un período considerable.

Las flores de lavanda se pueden insertar fácilmente dentro de bolsas particulares, con dimensiones bastante limitadas: en la mayoría de los casos, estamos hablando de bolsas que están hechas de lona o papel, pero a veces también se utilizan pequeños jarrones de vidrio. .

Además, el aceite esencial de lavanda se puede obtener mediante una complicada operación de destilación al vapor que solo involucra a las flores cuando aún están frescas.

La esencia de lavanda también se caracteriza por tener un típico color amarillento, pero también un olor bastante intenso y un sabor amargo.

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