Vivir cerca de áreas verdes te hace más inteligente. Esta es la conclusión a la que llega un nuevo estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Hasselt en Bélgica, según el cual los niños que crecen en áreas urbanas más verdes tienen mayor inteligencia y menores niveles de comportamiento difícil.
No cabe duda de que la presencia de la Naturaleza es saludable no solo para el cuerpo sino también para la mente de adultos y niños. Existen diversas investigaciones que ya lo han demostrado pero el nuevo estudio ha tenido el mérito de descubrir la correlación, en niños y jóvenes, entre un mayor coeficiente intelectual y el hecho de vivir cerca de zonas verdes. La causa es incierta, pero podría estar relacionada con niveles más bajos de estrés, más juegos y contactos sociales, o un ambiente más tranquilo.
“La exposición a la vegetación tiene efectos beneficiosos en varios aspectos cognitivos y conductuales. Sin embargo, hasta donde sabemos, ningún estudio ha abordado la inteligencia como resultado. Investigamos si el nivel de urbanización podría cambiar la asociación entre el espacio verde residencial con la inteligencia y el comportamiento de los niños ”, explica el equipo de investigación.
El estudio involucró a 620 niños y es parte de la Encuesta prospectiva de gemelos de Flandes Oriental (EFPTS), un registro de nacimiento de gemelos en la provincia de Flandes Oriental, Bélgica. La inteligencia se evaluó con la Escala de Inteligencia Wechsler para Niños-Revisada (WISC-R) en 620 niños (310 pares de gemelos) de 7 a 15 años.
Las direcciones residenciales prenatales e infantiles se geocodificaron y se utilizaron para asignar indicadores de la presencia de espacios verdes.
“Este estudio longitudinal de cohortes de nacimiento de gemelos evaluó la inteligencia en 620 niños entre las edades de 7 y 15 años. Nuestros resultados indican que los espacios verdes residenciales son particularmente beneficiosos para el desarrollo intelectual y conductual de los niños que viven en un entorno urbano ”, explican los investigadores.
Al comparar los datos con imágenes de satélite útiles para comprender la presencia de vegetación en los vecindarios, los científicos notaron que un aumento del 3% en la vegetación en su vecindario aumentó el coeficiente intelectual en un promedio de 2.6 puntos . El efecto se observó tanto en las zonas más ricas como en las más pobres.
El puntaje promedio de CI fue 105. En contraste, los científicos encontraron que el 4% de los niños con un puntaje por debajo de 80 crecieron en áreas con bajos niveles de vegetación, mientras que ninguno obtuvo un puntaje por debajo de ese nivel en áreas con mayores cantidades de verde.
“Nuestros resultados indican que los espacios verdes residenciales pueden ser beneficiosos para el desarrollo intelectual y conductual de los niños que viven en áreas urbanas. Estos hallazgos son relevantes para los diseñadores de políticas y los planificadores para crear un entorno óptimo en el que los niños puedan desarrollar todo su potencial ”, continúan los autores de la investigación.
El estudio también analizó algunas dificultades de comportamiento , como la falta de atención y la agresión, medidas en niños utilizando una escala de calificación estándar y la puntuación promedio fue de 46. En este caso, un aumento del 3% en verde resultó en una reducción en colon de problemas de comportamiento.
Una confirmación más del hecho de que la naturaleza es el mejor aliado de nuestra salud, física y mental.
Fuentes de referencia: Plos Medecine, The Guardian
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