Toda mujer, independientemente de su edad y cuerpo, tiene varios pares de leggings en su armario. De hecho, volvieron a ponerse de moda desde los distantes años 80 cuando todavía se llamaban fuseaux . Pantalones ajustados para llevar debajo de suéteres o camisetas y que ahora se han renovado acortándose a la altura del tobillo, hechos de un material más grueso como si fueran mallas pesadas y tal vez debajo de un minivestido.
Se utilizan con mucha fuerza para disimular defectos como caderas abundantes, un vientre poco tonificado y la odiada celulitis. Quizás pocos sepan que a pesar de la practicidad y la estética pueden dañar la salud.
De hecho, según algunos expertos ingleses, estos leggings ajustados que se usan solo para ocultar la celulitis pueden incluso empeorarla . Apretar las piernas durante muchas horas al día provoca problemas musculares y de circulación sanguínea . Al volverse lentos, los músculos también los vuelven más flácidos con el tiempo. Esto obviamente se aplica a cualquier tipo de prenda excesivamente ajustada.
Si los leggins sostienen los glúteos, los muslos y la barriga, estos músculos dejan de funcionar y cuando te relajas , la celulitis aumenta … no estamos ganando salud en fin, ¿no crees?
Así que el consejo es sí, que lo uses pero con precaución y por lo tanto prestando atención a tu ropa particularmente ajustada, no prefiriéndola a diario para evitar sufrir una desagradable pérdida de tono muscular cuando tu intención inicial era mantener un cuerpo en forma.
