La pandemia de Covid-19 está ejerciendo presión sobre todos y ha puesto de rodillas a muchas empresas. Afortunadamente, sin embargo, hay quienes han decidido reaccionar respondiendo con el arma de la solidaridad, como un agricultor brasileño que ha donado 8 toneladas de repollo a instituciones y familias necesitadas.
Raimundo Sena vive en Mojuí dos Campos, en el estado de Pará, y este año no pudo vender la mayoría de las hortalizas que había plantado con tanto esfuerzo. Pero esta lamentable situación no hizo perder el entusiasmo al agricultor.
“Me he cultivado con la esperanza de obtener ganancias; pero si hubiera podido vender mis productos, el dinero no me habría traído la felicidad que estoy sintiendo ahora mismo "
admitió el hombre.
Las coles donadas por este generoso agricultor irán destinadas a diversas personas e instituciones como el Hospital Regional Baixo Amazonas (HRBA), la Secretaría de Educación de Belterra y el jardín de infancia São Vicente de Paulo, que acoge a personas sin hogar y a muchas personas. que es parte de la misma comunidad que Raimundo.
“Si no hubiera donado todo este repollo, habría terminado en el vertedero. No podía soportar ver mis verduras en la basura "
él dijo.
Kamila Andrade / G1
Raimundo vende habitualmente sus verduras en una feria en Santarém y a clientes en otras ciudades de Pará, Amazonas y Roraima. Según sus estimaciones, su plantación habría arrojado una ganancia de 12.000 reales brasileños (que corresponden a unos 2.000 euros) y este dinero se habría utilizado para saldar deudas, pensiones alimenticias y mucho más para su familia.
“Prometimos comprar anteojos recetados para mí y mi hija, que tiene toxoplasmosis y ha perdido parte de la visión de un ojo. También planeamos comprar un cuaderno para nuestra otra hija que está tomando clases en línea, ya que la escuela está cerrada actualmente. Pero la felicidad de Raimundo también es la nuestra, y ahora esperaremos la próxima cosecha porque estamos seguros de que todo esto pasará pronto ”.
destacó Marilene Chaves, esposa del granjero.
La de Raimundo es una historia admirable y es una prueba de que el coronavirus también podrá frenar la economía y las ventas, pero no podrá bloquear la solidaridad.
Fuente: G1 Globo