Miles de pollos murieron por demasiado calor en una granja intensiva en Newton, Lincolnshire, sus pequeñas jaulas con 38 grados se convirtieron en hornos reales. Sucedió en Moy Park, que afirma ser una de las "15 empresas de alimentos más grandes" del Reino Unido y abastece a supermercados como Tesco, Sainsbury's y Ocado.
Hace apenas unos días, hablábamos de las 10 mil gallinas que murieron en Lombardía por el calor, ahora, la misma triste suerte ha corrido a estos animales, cuyos cuerpos yacen apilados fuera de los galpones. Para denunciar el terrible sufrimiento de las gallinas fueron los animalistas pero los empleados de Moy Park se defienden diciendo que "hicieron todo lo posible, pero que no había forma de salvar a los pájaros".
La cuestión también es que las granjas de Moy Park cuentan con el apoyo del programa Red Tractor, según el cual se proporcionan alimentos producidos de manera responsable. Pero aquí estamos ante una ganadería intensiva que se ha sobrecalentado provocando la asfixia de los pobres animales y es paradójico que el pasado mes de septiembre la empresa obtuviera la máxima certificación de gestión ambiental.
El activista por los derechos de los animales Mike Bushby tuiteó: "¿Te imaginas cuánto han sufrido estos pollos?"
"No hay excusas", dicen los activistas por los derechos de los animales, "hay tecnologías para enfriar los edificios y mantenerlos a temperaturas adecuadas".
Un portavoz de Moy Park dijo:
“Las altas temperaturas ejercen presión sobre personas como nosotros que trabajamos en el sector agrícola y avícola. Estamos trabajando de cerca con nuestros socios para monitorear la situación y hemos implementado procedimientos para ayudar a proteger a nuestras aves del calor extremo ".
Pero, ¿por qué no se implementaron estos procedimientos antes? ¿Por qué siempre espera documentar estas atroces muertes para tomar medidas?
Dominella Trunfio
Foto: Connor Creaghan / The Lincolnite
