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Gas lacrimógeno y acusaciones contra una marcha feminista. Sucede en Istiklal, en el centro de Estambul, donde la policía antidisturbios impidió que los manifestantes reclamen los derechos fundamentales en el Día Internacional de la Mujer.

Ya había sucedido en los últimos años: el 8 de marzo en Turquía rima con represión. Sucede porque, en Istilklal, que alguna vez fue un símbolo de las marchas y manifestaciones pacifistas, ahora es imposible tener acceso, hay una prohibición por parte del gobierno turco contra las manifestaciones de cualquier tipo. Una situación que no gusta a los activistas. Más de 5.000 activistas (hombres y mujeres) han violado la prohibición y la situación ha degenerado.

El domingo, la policía rodeó todo el bulevar peatonal y la plaza Taksim con vallas metálicas. Pero los activistas rompieron las vallas y marcharon hacia el instituto de cultura, un área prohibida. A todo esto, la policía antidisturbios respondió con gases lacrimógenos y cargas por toda la estancia dentro del área prohibida. Los activistas salieron a las calles para exigir mayores derechos y protecciones para las mujeres.

© Sedat Suna / Efe

© Sedat Suna / Efe

Entre las consignas, "Lucha feminista contra el patriarcado", pero también mensajes contra los matrimonios precoces y las novias infantiles, contra la obligación de cuidar maridos, hogares e hijos y la solidaridad con las mujeres inmigrantes.

Turquía, que es mundialmente conocida por respetar los derechos humanos (aparte de 3-4 genocidios y 10-15 guerras que han realizado) pidió a la policía que interviniera violentamente y detuviera el Día Internacional de la Mujer en Estambul. # Día Internacional de la Mujer #IStandWithGreece #GreeceDefendsEurope pic. twitter.com/SzMh3ra21E

- jörgen tm (@grtrustme) 8 de marzo de 2020

Momentos de tensión que luego resultaron en la detención de 34 participantes en la marcha, un número muy alto para lo que se suponía era una marcha para reclamar derechos. Sin embargo, no hubo incidentes para las otras dos marchas feministas autorizadas por el Ministerio del Interior turco. Sin embargo, desde hace algún tiempo el gobierno ha dejado claro que continuará sin permitir que los activistas accedan a la calle Istiklal o Taksim, una plaza emblemática de la izquierda turca, que está cerrada a cualquier marcha de protesta desde 2013. Pero la prohibición no desanimó a los activistas que marcharon gritando: "El camino es nuestro" y "Nunca abandonaremos el camino a los hombres".

Fuentes: El periodico / La vanguardia

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