Según las tradiciones orientales, los pies se reflejan directamente con órganos y tejidos de nuestro organismo. Masajearlos antes de acostarse puede ser una buena forma de descansar mejor y despertarse con más energía por la mañana.
Ya hemos hablado de la reflexología podal, una técnica que utiliza "el mapa del pie" para promover el bienestar del cuerpo a través de masajes "simples". Se supone que en nuestros pies existen miles de terminaciones nerviosas que conectan con los distintos órganos y tejidos del cuerpo y que, en consecuencia, pueden tener una influencia directa sobre ellos.
Masajear los pies, por lo tanto, puede garantizar varios beneficios, incluido el de relajar el sistema nervioso y promover el sueño.
La vida agitada, los problemas familiares, el estrés y las muchas presiones a las que estamos sometidos todos los días pueden hacer que, a la hora de dormir, no podamos "desconectarnos" fácilmente de todas nuestras preocupaciones y esto dificulta la calidad del dormir, o peor aún, no nos permite dormir un número suficiente de horas.
Masajear los pies antes de acostarse puede ayudar a mejorar o resolver esta situación ayudándonos a dormir bien.
Pero, según la reflexología, un masaje de pies bien hecho es capaz de:
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Mejorar la circulación sanguínea
- Promover los procesos digestivos
- Ayudar a las personas con artritis
- Reduce la sensación de fatiga
- Alivia la sensación de piernas cansadas
- Aliviar la presión sobre el cuello
- Lucha contra el estrés
- Ayuda en caso de contracturas musculares
Cómo masajear tus pies antes de dormir
Puede experimentar con la técnica usted mismo siguiendo estos pasos:
- Relaje su mente e intente detener sus pensamientos.
- Presione los dedos de los pies comenzando desde la parte carnosa del dedo gordo del pie y luego continúe con los dedos.
- Comience de nuevo desde el dedo gordo del pie presionando en la base del dedo y luego continúe con todos los demás.
- Con el pulgar, presione suavemente desde el dedo gordo del pie hasta el talón y luego regrese en la dirección opuesta, siguiendo el borde interior del pie.
- Coloque el pulgar en el centro de la planta del pie y presione este punto durante 30 segundos, luego suelte y repita la presión tres veces más.
Es importante repetir estos masajes a diario para que notes los beneficios lo antes posible.
También es posible utilizar 1 o 2 gotas de un aceite esencial de su elección diluido en aceite portador (como aceite de almendras dulces) para facilitar el masaje y relajar aún más.
Es un ritual de bienestar que no requiere mucho tiempo ni esfuerzo. ¡Definitivamente para probar!