Fuera de la cos t en Mallorca se encontró un accidente en perfecto estado, con 100 ánforas que contienen alimentos como el garum, la llamada " salsa de tomate romana ", destinado a la capital.
Se trata de un pequeño naufragio cuya principal misión era el transporte de alimentos desde la costa española a Roma. Sin embargo, en ese momento, algo salió mal cuando el barco se hundió con todo su contenido.
Dos mil años después, sin embargo, se recuperó en perfecto estado y con las inscripciones intactas gracias al trabajo del Instituto Balear de Estudios de Arqueología Marítima. El contenido de los restos del naufragio es muy preciado, se encontraron 100 ánforas perfectamente selladas con comida en su interior destinadas a llegar a la capital del imperio.
¿Qué contenían exactamente? Aceite de oliva, vino y garum, una salsa a base de pescado muy popular en Roma y conocida popularmente hoy en día entre los historiadores como “ketchup romano”. Era una preparación con la que condimentar la comida, hecha de tripa de pescado colocada en un bol grande y mezclada con una serie de especias aromáticas y mucha sal y luego se dejaba secar durante varios meses al aire libre. Cuando la mezcla fermentaba, el líquido se filtraba y se utilizaba para guisos.
Segons les investigacions, el derelicte, datat de la segona meitat del segle III d. C., llevaba un carregament bastant heterogeni de productes com oli, vi i salses de peix. La nau hauria sortit d'algun port del sud de la península Ibèrica en direcció, molt probablement, en Roma pic.twitter.com/pjDIRVfTpy
- CulturaMallorca (@culturamallorca) 26 de septiembre de 2021
El garum encontrado en las ánforas, que ha permanecido en el fondo del mar durante todos estos siglos, está obviamente cristalizado y, por tanto, es necesario realizar un procedimiento para devolverlo a su estado original. Solo en un par de meses los expertos podrán ver el contenido tal como aparecía en el momento en que el barco intentaba transportar alimentos a Roma.
El buen estado de las ánforas, jarrones tradicionales con dos asas y cuello estrecho, permitirá que sean exhibidas en el museo de la ciudad, pero su relevancia es mayor considerando que los arqueólogos han podido recuperar intactos su contenido.
Los expertos creen que el barco no se hundió durante una tormenta sino por una mala maniobra que habría provocado una fuga en el casco. Esta teoría es la más plausible dado el excelente grado de conservación en el que se encontró su cargamento. De lo contrario, de hecho, se habría dispersado y dividido en diferentes partes.
Francesca Biagioli