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Adiós al libro de Caperucita Roja porque, junto a otros 200 títulos, propone modelos sexistas. Ocurre en una escuela infantil pública de Barcelona, ​​la Tàber, que ha decidido retirar algunos volúmenes de la biblioteca infantil.

Ya había sucedido en París hace unos años y ahora se replica en España donde algunos libros han sido prohibidos por considerarse 'tóxicos' por el hecho de que reproducen estereotipos de género obsoletos, pero que podrían influir en el pensamiento de los niños.

La escuela infantil Tàber dependiente de la Generalitat, ya ha retirado 200 títulos de la biblioteca del colegio, lo que equivale al 30% de los fondos y entre estos para causar sensación se encuentran sobre todo Caperucita Roja y La Bella Durmiente.

Para 'censurarlos' fue la Asociación Espacio y Ocio de la comisión de género de la escuela compuesta tanto por padres como por profesores. Después de un largo análisis, según la asociación, el 60% de los libros destinados a niños contienen estereotipos de género y solo el 10% transmite mensajes positivos.

Pero como la biblioteca no podía quedarse vacía, la asociación finalmente decidió ser un poco flexible y dejar las más híbridas, sin ser fiscal en el mejor de los casos. Lo cierto es que se han eliminado todos esos cuentos de hadas en los que se espera que el príncipe azul salve a la infortunada ama de casa y aquellos en los que la mujer sólo está ligada al papel de madre o asistencia.

Lo mismo, sin embargo, también al contrario: se ha eliminado el libro de la leyenda de San Jordi, patrón de San Jorge de Barcelona y todos aquellos en los que el héroe masculino salva a la princesa. Todo ello a la espera de encontrar historias más apropiadas, asegura la escuela.

Si en Italia todo esto puede causar sensación, en realidad no es así, porque esta no es la primera escuela que limpia los estantes. Otras instituciones como el colegio del Montseny o Fort Pienc llevan ya un tiempo eliminando los volúmenes.

“La sociedad está cambiando y es más sensible a las cuestiones de género, pero los cambios no se reflejan en las historias. La discriminación también afecta a los libros para aprender el alfabeto, los colores o los hábitos ”, dice Anna Tutz, una de las madres de la comisión.

¿Qué piensa usted al respecto?

Dominella Trunfio

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