Sabemos que, en los restaurantes con estrellas, el plato debe presentarse de una determinada manera, de hecho muy a menudo lo que más nos atrae es la vista y solo después, el sabor. El pastelero Ben Churchill ha considerado oportuno cuestionar todo con impresionantes creaciones culinarias.
Se autodenomina el ilusionista de la comida y la razón es muy simple: sus dulces parecen repugnantes a primera vista porque tienen forma de esponjas, tornillos, manzanas podridas, ceniceros, montones de tierra con gusanos y así sucesivamente.
Pero quienes superan el miedo se encuentran probando deliciosos dulces hechos de chocolate, panna cotta y todo lo que es más dulce. Sus creaciones han sido recopiladas en su libro 'Food Illusion' y parecen obras de arte muy extravagantes.
Ben Churchill revolucionó, por tanto, también el concepto de algunos alimentos para que las zanahorias, la remolacha, los tomates se conviertan en postres, pero hay que decir que incluso en nuestra bella Italia todo ya existe y se llama fruta martorana, un postre típico siciliano que se prepara para la fiesta de los difuntos con agua, azúcar y almendras y que tiene las formas más variadas: desde frutas hasta verduras.
En resumen, si no te gustan los postres convencionales, juega con las percepciones: ¡lo que parece un gusano es en realidad un bizcocho!
¿Lo probarías?
Dominella Trunfio
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