El BPA , bisfenol A, todavía está (aunque menos) en los recibos que emiten las tiendas estadounidenses. Sin embargo, un análisis de muestras realizado en los EE. UU. Destaca la mayor presencia del BPS (bisfenol S) menos conocido, pero igualmente peligroso .
El análisis, que forma parte del programa Healthy Stuff del Ecology Center en Ann Arbor, Michigan, involucró más de 200 recibos en papel emitidos por 150 empresas para evaluar la presencia de sustancias químicas que podrían interferir con el sistema endocrino. Las actividades incluyeron tiendas de todo tipo: abarrotes, ultramarinos, gasolineras, restaurantes, bibliotecas, etc.
Los investigadores encontraron que el bisfenol S (BPS) reemplazó al bisfenol A (BPA) como una sustancia química que se encuentra en muchos recibos impresos en papel térmico, aunque el BPA sigue siendo común aunque se usa con menos frecuencia.
Los recibos se analizaron mediante espectroscopia FTIR. De esta forma se observó que el BPS está presente en el 75% de los recibos analizados mientras que el BPA está presente en el 18%. Por tanto, la investigación muestra un cambio en el mercado hacia BPS, mientras que solo un pequeño número de empresas utiliza sustancias alternativas. El informe encontró que tres minoristas usaban papel para recibos con recubrimiento no térmico y un minorista, Best Buy, usaba Pergafast 201, una alternativa que no contiene químicos fenólicos tóxicos, incluidos BPS y BPA.
Pero, ¿por qué esta transición de BPA a BPS? Sencillo, los productores se han adaptado a las exigencias del mercado. De hecho, en los últimos años los consumidores se han dado cuenta de la presencia de BPA en muchos objetos de uso común y de cómo se acusa a esta sustancia de efectos peligrosos para la salud (basta pensar que en 2012 la FDA prohibió su uso en biberones).
Luego, los productores intentaron encontrar algo que pudiera reemplazarlo fácilmente. El BPS estaba disponible y permitía a las empresas etiquetar productos como "sin BPA". El truco era simplemente que el BPS no había sido tan bien estudiado y por lo tanto no estaba en la mira de legisladores o consumidores, por lo que las empresas optaron por utilizarlo sin tener una evaluación toxicológica completa.
De hecho, según Gillian Miller, científica sénior del programa Healthy Stuff del Ecology Center, siempre es un disruptor hormonal con efectos adversos en el desarrollo fetal y la salud reproductiva. Al igual que el BPA, el BPS tampoco está ligado químicamente al recibo y, una vez que entra en contacto con la piel, pasa al torrente sanguíneo en unos minutos.
Ante esto, está claro que los expertos expresan su preocupación de que la sustitución del BPA se haya producido a favor del igualmente peligroso BPS.
Evelyn R. Barrack, asesora científica de la Coalición contra el cáncer de mama de Michigan, declaró que:
"Es vital que estos químicos tóxicos se eliminen de los recibos para que los consumidores y cajeros no estén constantemente expuestos a ellos".
Por lo tanto, el Centro de Ecología está pidiendo a todos los minoristas que se cambien a papeles para recibos sin fenol. ¡Ya que existen, solo tenemos que usarlos!
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Francesca Biagioli
