Hemos hablado varias veces de baterías modernas y curiosas. Estas son soluciones que se esfuerzan por ser más sostenibles y asequibles para todos. ¡A la lista sumamos hoy unas bio-baterías que llegan de Estados Unidos y se activan con saliva !
Las baterías de las que estamos hablando fueron fabricadas por un equipo de investigación liderado por Seokheun Choi (ya conocido por haber creado las primeras baterías de papel) en la Universidad de Binghamton en Nueva York. La peculiaridad es que estos dispositivos funcionan con bacterias capaces de generar energía a partir de gotas de saliva.
Básicamente, se trata de baterías de papel alimentadas por bacterias liofilizadas e inactivas que, en contacto con la saliva, entran en acción y son capaces de producir energía en pocos minutos. Las ventajas son obvias: se puede producir electricidad con un fluido que está disponible en todas partes y sin costo y, el hecho de que las bacterias se liofilicen, permite tener una larga vida útil y la posibilidad de transportarlas donde más se necesitan.
Las nuevas baterías tienen, por el momento, una potencia limitada , de hecho es posible encender solo un LED. Sin embargo, los investigadores no descartan que en el futuro, al implementar la investigación, su potencial sea mucho más amplio y pueda ser explotado especialmente en países en desarrollo donde las baterías clásicas son difíciles de encontrar.
Así explicó el profesor Choi la importancia de su descubrimiento:
“Generar pequeñas cantidades de energía bajo demanda es especialmente útil para aplicaciones de diagnóstico en países en desarrollo. Normalmente, estas aplicaciones requieren solo unas pocas decenas de microvatios durante unos minutos, mientras que las baterías tradicionales del mercado son demasiado caras y sofisticadas, sin mencionar el problema de la contaminación ”.
La idea de la batería de saliva es el fruto de años de investigación del profesor Choi y su equipo de investigación. Comenzó con las baterías de papel presentadas a principios de este año en Las Vegas. Se trata de láminas esencialmente simples en las que se genera energía mediante gotas de agua con bacterias en su interior que permiten el paso de la corriente por la respiración. La siguiente fase fue entonces congelar las bacterias e inactivarlas hasta que entren en contacto con la saliva, una sustancia que las hace "despertar".
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El descubrimiento fue publicado en la revista Advanced Materials Technologies.
Francesca Biagioli
Foto: newatlas.com
