Llevando la energía solar a todas partes, incluso en los edificios de los centros históricos, sin cambiar el impacto visual de las cubiertas. A partir de ahora será posible porque ha comenzado la producción de una teja fotovoltaica invisible especial .
En el pasado ya habíamos hablado de baldosas fotovoltaicas y después de unos años por fin hay novedades. De hecho, el proyecto de creación de la teja Solar fotovoltaica se inició en 2009 y ahora, tras los prototipos y la mejora de las técnicas de producción, esta novedad puede llegar a nuestros hogares.
La teja invisible Solar es un elemento arquitectónico fotovoltaico y fotocatalítico, con todas las ventajas de la teja de terracota y pudiendo aportarnos una energía renovable como la que aporta el sol.
De hecho, la teja invisible realiza varias funciones : produce energía limpia y renovable, impermeabiliza y protege el edificio. purifica el aire de sustancias nocivas y autolimpia su superficie.
El principal objetivo de la creación de la teja fotovoltaica invisible es renovar los centros históricos de forma sostenible respetando las limitaciones del Patrimonio Cultural. De esta manera, sin embargo, la recalificación energética de edificios será posible sin problemas.
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Es un importante paso adelante para poder desprendernos de las energías no renovables y contaminantes, empezando por el carbón y el petróleo. Esta teja fotovoltaica invisible ya ha sido aprobada por el Ministerio de Patrimonio Cultural para la mejora de la eficiencia energética en el patrimonio cultural.
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Su superficie es opaca a la vista pero transparente a la luz solar y recubre las células fotovoltaicas, ocultándolas, sin afectar en modo alguno su funcionamiento y asegurando el mejor resultado estético posible para un edificio histórico.
Vea el video para comprender cómo instalar una loseta fotovoltaica invisible.
Para obtener más información, visite el sitio web de Dyaqua.
Marta Albè
