Para enamorar a los habitantes de Edmonton del invierno , una ciudad muy fría de la provincia canadiense de Alberta, incluso inventaron una especie de autopista de hielo de 11 kilómetros.
Aquí, de hecho, las bajas temperaturas limitan mucho a los residentes tanto en los viajes como en las actividades normales de la vida diaria. El arquitecto Matt Gibbs había lanzado su idea hace unos años pero fue con motivo del Winter Cities Shake-up , el evento dedicado a la promoción turística de la ciudad, que Freezeway tomó forma .
En la práctica, el arquitecto propone un camino que convierte una parte del pavimento y aprovecha varios espacios anteriormente en desuso, creando una carretera con una doble función: pista de hielo en invierno, carril bici en verano .
Una propuesta que aporta muchas ventajas así como la creación de infraestructuras útiles para la ciudad. Tomemos por ejemplo el aspecto ligado a la salud: el uso de patines es una panacea y favorece la marcha en épocas del año en las que la gente tiende a ser más sedentaria; luego está el aspecto ambiental: no se utilizan vehículos de motor, lo que significa menos contaminación y la consecuente adopción de estilos de vida más sostenibles.
Una primera parte de Freezeway debería estar lista para el próximo año. Son los primeros 400 metros cerca del Victoria Park Oval. Gibbs presentó su proyecto en Coldscapes , un concurso de diseño que premia las ideas más innovadoras para ciudades extremadamente frías como Edmonton que, durante cinco meses al año, tiene temperaturas bajo cero.
Los viajeros actualmente utilizan un paso subterráneo que les impide congelarse . Ya existen ideas similares en Helsinki y Ottawa , otra ciudad canadiense que transforma el canal artificial Rideau en una enorme pista de patinaje, de casi 8 kilómetros de largo durante la estación fría.
Dominella Trunfio
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