Dejó su respirador para salvar a otra persona más joven que ni siquiera conocía. Hablamos de Don Giuseppe Berardelli, el sacerdote de 72 años que falleció tras dar positivo al coronavirus en el hospital Lovere, en la zona de Bérgamo.
El respirador le fue entregado por sus feligreses, en cuanto se enteraron de que don Giuseppe Berardelli había caído enfermo. Pero el cura, según contó un trabajador sanitario de la residencia de ancianos Casnigo al periódico Araberara, quiso dárselo a un paciente más joven al que no conocía.
“Don Giuseppe murió como sacerdote. Y me conmueve profundamente el hecho de que él, arcipreste de Casnigo, haya renunciado a su voluntad para cederlo a alguien más joven que él ”, dijo el trabajador de salud.
“Era una persona sencilla, sencilla, de gran bondad y disponibilidad para con todos, creyentes y no creyentes. Su saludo fue 'paz y bondad'. Siempre cordial y disponible para la administración pública, las asociaciones y no solo las de la parroquia, participó en todos los eventos sin nunca ser entrometido ”, dijo Giuseppe Imberti, antiguo alcalde de Casnigo.
Don Giuseppe, aunque lo necesitaba para sobrevivir, decidió conscientemente renunciar al respirador pulmonar, último gesto que de alguna manera representa el espíritu de este sacerdote. Nacido el 21 de agosto de 1947, era originario de Fonteno. No hubo funeral pero los Casnighesi lo saludaron a su manera, asomándose al balcón de la casa, saludándolo con aplausos.
Fuente: Araberara
