Una escuela primaria de Módena está experimentando actualmente con un nuevo sistema para evaluar a los niños. ¡No más boletas de calificaciones con votos numéricos, sino que, en su lugar, aparecen emoticonos por primera vez!
La experimentación en el instituto integral Rodari en Módena es verdaderamente vanguardista y hace un guiño a las nuevas generaciones acostumbradas a usar emoticonos todos los días para comunicar y expresar sus emociones. Son los primeros en pensar en utilizar los divertidos emoticonos para evaluar a los niños.
Actualmente, las boletas de calificaciones inusuales solo se proporcionarán a dos primeros grados y los propios niños evaluarán cómo van las cosas completando una tarjeta de emoticonos . Posteriormente, se compararán con las valoraciones de los respectivos maestros, llegando a un único juicio compartido.
Foto © ic3modena
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Existe, por tanto, una doble novedad: por un lado, potenciar al alumnado haciéndolo autoevaluarse y por otro favorecer el intercambio con el profesorado gracias al uso de una forma de comunicación más divertida y moderna.
El objetivo de este experimento, que forma parte del proyecto “Más allá de las disciplinas”, es hacer que los alumnos sean más responsables pero también involucrar a los padres. Otra innovación de este instituto, de hecho, es haber eliminado los votos del registro electrónico para incentivar un intercambio rentable con las familias.
¿Cómo recibieron los padres la noticia? El técnico Daniele Barca dijo a la Gazzetta di Modena:
“Las reacciones de los padres fueron de confianza y curiosidad. Las preguntas que hicieron tenían como objetivo comprender la tarjeta y el mecanismo de autoevaluación de los niños. He subrayado y hemos subrayado lo raro y precioso de un momento como este en el que se vuelve formativo escuchar cómo un niño, como un hijo, se percibe a sí mismo ».
Evidentemente no todo el mundo quedó gratamente impresionado por esta experimentación, entre ellos los exponentes de diversos gremios escolares que destacaron que hay prioridades más altas y que, no siempre y a toda costa, se debe perseguir la modernidad.
A los detractores, les recordamos que el proyecto solo involucra primeros grados, donde no es necesario poner una nota o un juicio. Enseñar a los niños, desde el principio, la importancia de la autoevaluación, de la reflexión sobre lo que se ha hecho y cómo se ha hecho, ¡no es mala idea!
Además, es un sistema que ya está en vigor en muchos otros países europeos.
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Fuentes: Gazzetta di Modena / Gazzetta di Parma / ic3modena
