Como se anunció anteriormente, para 2030 todos los ladrillos Lego se fabricarán con bioplásticos producidos, por ejemplo, con caña de azúcar o madera.
El gigante danés de la construcción para niños se ha comprometido a reducir las emisiones de dióxido de carbono durante los próximos diez años. La compañía está probando muchos materiales diferentes para reemplazar los plásticos de origen fósil que se utilizan en la fabricación de sus juguetes, explicó Niels B. Christiansen, CEO del periódico Børsen.
Para el año 2030, el objetivo es reemplazar completamente el derivado de hidrocarburo a base de acrilonitrilo-butadieno-estireno (el llamado plástico ABS ) por otros materiales duraderos, de los mismos colores pero eco-sostenibles. La empresa ha utilizado plástico ABS desde 1963, pero los investigadores de la Universidad de Aarhus destacaron el año pasado que había varias formas de cambiar de rumbo utilizando materiales más ecológicos.
Christiansen dijo que los materiales utilizados en algunos productos se pueden reemplazar de manera segura con madera de fuentes sostenibles , pero eso por sí solo no significa que tenga la solución a mano:
"Estamos probando muchos materiales diferentes en este momento y tenemos que probar muchos que no funcionan antes de encontrar algo que funcione", dijo el director ejecutivo de Lego la semana pasada.
No es una tarea fácil y respecto a la cual, como señaló Christiansen, solo se ha hecho un pequeño trozo de un largo camino ( actualmente solo el 2% de los famosos ladrillos del mercado son de materiales sostenibles ). Sin embargo, Christiansen es optimista y espera grandes cambios en los próximos años.
La compañía está dispuesta a invertir millones de euros en su revolución “verde” de aquí a 2030 y actualmente ha logrado producir arbustos y hojas para árboles de Lego a partir de un material sostenible hecho de caña de azúcar.
La buena noticia para los niños es que seguramente Lego encontrará, después de mucho trabajo, los ladrillos perfectos que serán tan coloridos y duraderos como los de plástico.
Fuentes: Borsen / Telegraph
