Hay personas que, a pesar de comer mucho, sin siquiera practicar actividad física, se mantienen siempre en forma y otras que tienen que someterse a dietas continuas sin conseguir grandes resultados. ¿Depende de qué? ¿Una cuestión de constitución? ¿Metabolismo? ¿U otro?
Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition intentó responder la pregunta, revelando el secreto de la delgadez . Todo parece deberse a las células grasas que, en las personas naturalmente delgadas, son genéticamente más eficientes .
En el estudio participaron 30 personas, tanto hombres como mujeres, con un índice de masa corporal (IMC) igual o inferior a 18,5. Los sujetos de prueba comieron normalmente y del análisis del tejido adiposo blanco, y de las muestras de sangre, orina y heces recolectadas, los investigadores encontraron que sus células grasas tenían genes elevados que se ocupaban tanto de la degradación como de la producción de grasa.
Además, las células del magro eran un 40% más pequeñas que otras personas y este tipo de tejido adiposo, caracterizado por la presencia de muchas células pequeñas, se denomina perplástico , al contrario que el tejido adiposo que tiene menos células pero de tamaño más grande, llamado hipertrófico.
Otra diferencia encontrada se refería a las mitocondrias, que representan los centros de energía de las células, mucho más activas en las personas delgadas . Esta es la razón por la que las células grasas de los magros son más eficientes para quemar grasa y, por lo tanto, están menos predispuestas a aumentar de peso.
Excelente noticia para los flacos, ¡un poco menos para quienes tienen problemas para contener el peso! Pero afortunadamente con un poco de buena voluntad, ejercicio y comida sana, aún puedes mantenerte en forma y sobre todo saludable.
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Laura de rosa
