Las ilustraciones sencillas y un poco ingenuas del Principito se convierten en Lego. Las acuarelas realizadas por el propio Antoine de Saint-Exupéry cobran vida gracias a Kiki Fernandes , fotógrafo y estudiante de quince años.
Fernandes suele dedicarse a la fotografía que retrata imágenes de mujeres o aspectos de la vida familiar, pero en esta ocasión ha decidido crear una exposición muy especial inspirándose en el Principito, una de las historias más conocidas y queridas del mundo.
El estudiante describe algunos de los aspectos más destacados del libro en el que un piloto de avión, que se estrelló en el desierto del Sahara, conoce a un niño que luego descubrirá que es el Principito. Al mirar estas imágenes, no puede evitar revivir algunas de las escenas más hermosas.
La exposición se exhibe en la Escuela de Imagen de Belo Horizonte en Brasil y toma su nombre de una de las frases más famosas: 'Se ve bien solo con el corazón. Lo que es esencial es invisible a los ojos'.
Mira que maravilloso:
El encuentro con el zorro:
El principito, el volcán y la rosa vanidosa:
El encuentro con el viejo rey solitario, al que le encanta dar orden a sus súbditos (aunque es el único habitante del planeta):
El encuentro con un farolero que tiene que encender y apagar la lámpara de su planeta cada minuto:
Nostalgia por la vanidosa rosa:
El encuentro con el borracho que bebe para olvidar:
El encuentro con el piloto de la aeronave:
El encuentro con la serpiente:
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Dominella Trunfio
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