Taiwán también dice basta de marfil. El país ha anunciado el cierre del mercado nacional de marfil para 2020. Tras la histórica prohibición de China, ahora también llega la de Taiwán, un paso más hacia el cierre global de los mercados de marfil en todo el mundo.
El Consejo de Agricultura de Taiwán ha propuesto una serie de enmiendas a la Ley de Conservación de la Vida Silvestre que llevarían a la eliminación gradual del mercado de marfil en los próximos dos años, al tiempo que recomendaría sanciones severas para cualquier persona involucrada en el comercio ilegal.
La importación y reexportación de marfil está prohibida en Taiwán desde 1989, mientras que el comercio nacional hasta ahora se consideraba legal solo para las existencias registradas en 1995.
Sin embargo, casos recientes han puesto de relieve un problema persistente con el comercio ilegal de marfil en la región. Uno de estos hechos ocurrió el 4 de marzo de 2021, cuando un individuo fue capturado bajo sospecha de contrabandear tallas de marfil ocultas a Taipei desde Osaka, Japón.
El anuncio de Taiwán sigue a compromisos similares de regiones vecinas como Hong Kong, cuyo Consejo Legislativo a principios de este año votó a favor de una ley histórica que pone fin al comercio nacional de marfil para 2021.
“El anuncio representa un paso más para la conservación de los elefantes africanos. Además del marfil de las existencias existentes, se deben tomar medidas para hacer frente a las importaciones ilegales de marfil en Taiwán ”, dijo Joyce Wu, Oficial Principal de Programas de TRAFFIC.
La prohibición también ha estado en vigor desde enero de 2021 en China, donde hay una serie de iniciativas para ayudar a reducir aún más la demanda y el consumo de productos de marfil. Sin embargo, esto podría trasladar el comercio ilegal a países asiáticos que aún pueden contar con la cobertura de los comerciantes legales restantes.
WWF explica que los mercados nacionales de marfil como Vietnam, Camboya, Laos, Japón y Birmania están suministrando a los visitantes productos de China. Por ello, la asociación también invita a los gobiernos de otros países asiáticos a seguir su ejemplo, intensificando sus esfuerzos para proteger a los elefantes diezmados en los últimos años debido a la caza furtiva desenfrenada.
"Es hora de aumentar nuestros esfuerzos para combatir el crimen que controla el comercio ilegal de la naturaleza, un volumen de negocios millonario solo superado por el de armas y drogas", dijo Isabella Pratesi, directora de conservación de WWF Italia.
Aproximadamente 20.000 elefantes africanos mueren cada año principalmente debido a la demanda de marfil de Asia. Solo en la última década, las poblaciones de elefantes africanos se han reducido en más del 20%. En total quedan 415.000 ejemplares.
Una pequeña victoria, especialmente si las intenciones de Taiwán a partir del 1 de enero de 2020 se convierten en realidad.
Francesca Mancuso
