Los niños están hechos de sueños y necesitan todo nuestro cariño, deben ser tratados con mimo y atención. Los niños de hoy serán los adultos del mañana. Cultivarlos bien es responsabilidad de quienes los cuidan y de quienes pasan tiempo con los niños.
Hacemos un llamamiento a los padres y todos los familiares, maestros, educadores y todas las personas que tienen la oportunidad de pasar tiempo con los niños.
Los niños tienen sus sueños y sus esperanzas. Podemos ayudarles a conseguirlos apoyando sus ideas y tratando de no cortarles las alas a los más pequeños antes de tiempo. De hecho, todos necesitamos un mundo donde se dé mayor importancia a la creatividad , la imaginación y la expresión artística, habilidades que se hacen más evidentes en los niños que en los adultos, si les dejamos la oportunidad de hacerlos emerger.
Uno de los mayores deberes de los adultos es dejar que los niños experimenten la infancia en libertad pasando el mayor tiempo posible en contacto con la naturaleza y con otros niños y jugando solos o en compañía.
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¿Cómo mostrar verdadero afecto a los niños?
Sobre todo, es vital reconocer cuáles son los talentos de los niños y ayudarlos a desarrollarlos sin tratar de obstaculizarlos.
Los niños no pueden convertirse en el reflejo de sus padres ni en su borrador. Los padres pueden ayudar a los niños en sus elecciones de vida a medida que crecen, pero sería mejor recordar siempre respetar los deseos más profundos de los niños.
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Al crecer, los niños se mueven sobre todo por la curiosidad y la intuición , dos aspectos fundamentales que lamentablemente los adultos suelen dejar de lado. La educación de los niños debe respetar su naturaleza más profunda y la necesidad de vivir la infancia en paz y alegría.
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Esto es lo que los niños necesitan para prosperar y recibir afecto:
- Tiempo para pasar en paz en casa y con la familia.
- Días y tardes para pasar al aire libre
- Un entorno rico y estimulante para promover el desarrollo cognitivo.
- Afecto, respeto y comprensión
- Presencia concreta, física y emocional de los padres
- Juega para descubrir el mundo
- Escucha, paciencia y comprensión
- Reglas compartidas
- Posibilidad de pasar tiempo tanto a solas como en compañía.
- Derecho a descansar y 'aburrirse' al menos a veces
- Poder tomar descansos entre las muchas actividades del día.
La infancia es un período crucial porque puede afectar positiva o negativamente el resto de la vida . Una infancia feliz puede ayudar a los niños a convertirse en adultos felices, capaces de cumplir sus sueños y alcanzar los principales objetivos de su vida. Ayudémoslos siempre lo mejor que podamos tan pronto como tengamos la oportunidad.
Marta Albè
