El yoga es una panacea para quienes sufren de dolor de espalda o artrosis . Así lo confirman dos nuevos estudios realizados en Estados Unidos que avalan los beneficios de esta práctica milenaria desde un punto de vista científico.
Los dos estudios nos ayudan a comprender mejor cómo la práctica del Yoga al realizar las posiciones correctas y las técnicas de movimiento y relajación pueden ayudarnos a mantener la salud y prevenir el dolor.
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Yoga y dolor de espalda
Los beneficios para el dolor de espalda se relacionan en el caso del nuevo estudio con el dolor crónico que afecta a la zona lumbar. La nueva investigación fue dirigida por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland y se publicó en la Biblioteca Cochrane.
Los investigadores consideraron 1080 hombres y mujeres de entre 34 y 48 años. Compararon a quienes practicaban Yoga con quienes no realizaban ninguna actividad física o con quienes realizaban otros ejercicios para el dolor de espalda .
El yoga surgió del estudio de una manera muy positiva. De hecho, quienes practican Yoga bajo la guía de un maestro ven una mejor movilidad de la espalda y alivio del dolor de una manera más ventajosa que quienes no realizan actividad física o practican otros ejercicios para el dolor de espalda.
Según los investigadores, se necesitarán más estudios para profundizar en los beneficios del yoga para el dolor de espalda y los beneficios para la salud a largo plazo. En cualquier caso, en la práctica del Yoga no debes improvisar sobre todo si padeces dolor de espalda ya que algunas posiciones pueden no ser recomendables en función de tus condiciones de salud.
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Yoga y artrosis
Según un estudio realizado en la Florida Atlantic University, el yoga practicado con la ayuda de una silla puede tener efectos positivos en adultos con osteoartritis en las extremidades inferiores.
El estudio involucró a 131 ancianos con osteoartritis de cadera , rodilla, tobillo o pie. Los pacientes tomaron una clase de yoga con la silla como apoyo o como programa de educación para la salud.
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El programa incluyó dos sesiones de 45 minutos dos veces por semana durante ocho semanas con la participación en la clase de Yoga para un grupo y el programa de educación para la salud para el segundo grupo.
Los investigadores estaban interesados en comprender cómo el dolor afecta la vida diaria de los pacientes. Al estudiar a los pacientes y los resultados obtenidos, entendieron que el Yoga ayuda a reducir la interferencia del dolor en la vida diaria tanto durante la participación en las clases como a los 3 meses del final del programa. También en este caso, por lo tanto, el Yoga puede ayudar.
Es muy positivo que la investigación científica se interese cada vez más por los efectos beneficiosos del Yoga en la salud de los pacientes, dado que esta práctica tiene un arraigo muy profundo a lo largo de los siglos para promover el bienestar tanto del cuerpo como de la mente.
Marta Albè
