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Siembra de tomates

Antes de la siembra, se debe trabajar la tierra destinada al cultivo del tomate; se realizará una operación de arado a una profundidad de unos cincuenta centímetros en el período estival previo a la siembra, otras obras de terminación se realizarán en las temporadas de otoño y verano. En el caso de suelos particularmente arcillosos, una operación muy importante será la de rastrillado que consiste en romper finamente los terrones del suelo para igualar la capa superficial. Esta acción es indispensable en el caso del cultivo de tomate dado el pequeño tamaño de las semillas. Por supuesto, la planta de tomate, como el resto de plantas,necesita la cantidad justa de nutrientes esenciales para un correcto y saludable desarrollo, como fósforo, potasio y nitrógeno. El fertilizante rico en los dos primeros elementos se administrará en la fase de preparación del suelo, mientras que el rico en nitrógeno se añadirá en fases fraccionadas en la fase de trasplante o siembra y en la fase de cobertura. Evidentemente las dosis de estos fertilizantes serán mayores donde la producción sea más masiva.Evidentemente las dosis de estos fertilizantes serán mayores donde la producción sea más masiva.Evidentemente las dosis de estos fertilizantes serán mayores donde la producción sea más masiva.

Siembra directa

El tomate se puede cultivar a partir de la siembra en campo abierto o con el trasplante de plántulas, estas últimas utilizadas exclusivamente para cultivos de invernadero. La siembra directa se está extendiendo cada vez más también en cultivos de campo abierto porque implica menores costos y desarrolla plantas muy sanas y robustas al no estar estresadas por la operación de trasplante. El suelo preferido para la planta de tomate es de textura media, no muy calcárea y muy bien drenada, mientras que la temperatura óptima para el cultivo y desarrollo de semillas es entre dieciocho y veintiséis grados. En el caso de una siembra abundante, las plántulas más débiles deben ser posteriormente aclaradas.Las semillas se pueden distribuir en el suelo para crear filas simples o gemelas (dobles); en el primer caso se debe respetar una distancia de aproximadamente un metro y medio entre las filas, mientras que en el segundo de unos cuarenta centímetros. Se practica más el cultivo en hileras gemelas, ya que tiene muchas ventajas. La mejor época para la siembra en campo abierto es marzo para las zonas del sur de Italia, mientras que para las del norte se hará en abril.Se practica más el cultivo en hileras gemelas, ya que tiene muchas ventajas. La mejor época para la siembra en campo abierto es marzo para las zonas del sur de Italia, mientras que para las del norte se hará en abril.Se practica más el cultivo en hileras gemelas, ya que tiene muchas ventajas. La mejor época para la siembra en campo abierto es marzo para las zonas del sur de Italia, mientras que para las del norte se hará en abril.

Sembrando en un semillero

Si quieres realizar un cultivo de trasplante, tendrás que empezar desde el semillero. Generalmente la siembra en semilleros se realiza en un ambiente protegido para crear la temperatura adecuada para la germinación de las semillas; se puede realizar a voleo o con una sola semilla en un recipiente o parte de tierra. En caso de siembra al voleo, el trasplante se realizará con raíz desnuda, en los otros dos casos con la parte de tierra. Como se puede deducir, la siembra desde semillero es mucho más rápida, más económica, ya que no hay desperdicio de semillas y se tarda menos en dar los primeros resultados. Para cultivos de invernadero, el mejor período de siembra será entre la temporada de otoño y el comienzo de la de invierno,para el de principios de invierno y para el de finales de verano.

Las nuevas plántulas de tomate estarán listas para ser trasplantadas cuando hayan alcanzado los quince centímetros de altura (generalmente después de unos dos meses); esta operación se realiza en los meses de abril y mayo.

Sembrando en macetas

La siembra en macetas debe realizarse en marzo, las semillas se depositarán en el semillero y se cubrirán con un camino de tierra fina; en este punto se tapará el recipiente con las semillas con una tela perforada y se regará la tierra.

En la fase de cultivo del semillero, el suelo siempre debe mantenerse húmedo y el contenedor colocado a pleno sol. Pasados ​​unos dos meses, durante el mes de mayo, cuando las plántulas hayan alcanzado los diez centímetros, se realizará el trasplante cuidando de no dañar excesivamente las raíces; una maceta de treinta centímetros de diámetro estará bien para colocar una plántula.

Sembrar tomate: la influencia de la luna

Cuando realizamos la siembra de tomates, también debemos tener en cuenta y respetar las fases de la luna; se encontró que los tomates sembrados en la fase de luna menguante producían cantidades menores y se desarrollaban de manera más limitada y contenida; mientras que las sembradas durante la luna creciente crecían con más vigor, dando frutos en mayor cantidad y de mejor calidad.

Por supuesto que estas pueden considerarse creencias populares pero, lo creas o no, a continuación te explicamos los dos tipos de luna:

Luna creciente: También llamada luna nueva, es decir, cuando la joroba mira hacia el oeste. Esta fase dura hasta la luna llena.

Luna menguante: también llamada luna vieja, en este caso la joroba mira hacia el este. Esta fase se extiende desde la de la luna llena hasta que se vuelve invisible. Además de la siembra del tomate, este período es excelente para la cosecha.

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