El 1 de marzo en Rumania y en otros países de Europa del Este se celebra la fiesta de Mărţişor , que literalmente significa la “pequeña marcha”. Una fiesta tradicional que acoge la llegada del verano con rituales folclóricos locales, que en este maravilloso país está particularmente vivo, especialmente en algunas zonas.

La tradición de los amuletos trae buena suerte

© Adriana Iacob / Shutterstock

El Mărţişor es un amuleto hecho con hilo de seda o algodón rojo y blanco, tejido en un cordón al que se ata un amuleto de la suerte, como un escudo de oro o plata, una concha, briznas de hierba, flores o corazones de madera. .

Una vez que los amuletos fueron atados a las muñecas de los niños, entregados a las niñas o intercambiados entre ellas para desearse buena suerte, y alguien incluso los puso en el ganado. Se dice que el rojo y el blanco del cordón, fabricado originalmente por los ancianos, simbolizan las dos estaciones principales, a saber, invierno y verano. Según otras interpretaciones, el rojo del cordón representa el sol, la vida, la pasión, la mujer, y el blanco las nubes, el agua, el hombre y la campanilla, flor llamada así porque "atraviesa la nieve" decretando el fin de la temporada de invierno. Los dos colores entrelazados forman simbólicamente una unidad al unir dos fuerzas opuestas que determinan el nuevo ciclo de vida.

Tradicionalmente, el amuleto se regalaba al amanecer del 1 de marzo y se usaba durante 9 a 12 días, luego tenía que colgarse de una rama con flores con la esperanza de que las flores florecieran durante todo el año. O usado en el cabello y luego lanzado al aire con la esperanza de que la suerte fuera grande y alada. En otros lugares se usó hasta el 1 de mayo, festival de verano.

En Transilvania, la lana Mărţişor se colgó en cambio en puertas, ventanas, cubos, cuernos de animales, porque se creía que alejaba a los espíritus malignos invocando la vida a través del rojo, un color típico del folclore que, entre otras cosas, simboliza precisamente la vida.

Hoy en día, el Mărţişor se hace de manera diferente a la tradición, de hecho, casi cualquier objeto se puede colgar del tradicional hilo rojo y blanco para traer buena suerte. Y son muchos los artesanos y artistas que, de cara a la fiesta, preparan amuletos para exhibirlos y venderlos en los puestos. Quien los compra debe luego dárselos a sus seres queridos, quienes deben usarlos a la altura del corazón. En ocasiones van acompañadas de un pequeño ramo de flores.

Leyendas sobre Mărţişor: el sol y el dragón

Una de las muchas leyendas sobre Mărţişor es la del Sol y el Dragón, que cuenta que un joven valiente se dispuso a liberar al sol del dragón que lo había capturado.

Le tomó 3 temporadas llegar al dragón y cuando llegó a su presencia, luchó con todas sus fuerzas para liberar al sol.

Durante la batalla, la sangre goteó sobre la nieve fresca y desde entonces el rojo y el blanco se han entrelazado precisamente para combatir el invierno y sus males, anunciando el regreso de la primavera.

FUENTES: Cultura rumana

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