Luces LED que se vuelven más brillantes cuando es necesario y un gran ahorro de energía y emisiones de CO2. En Noruega , las carreteras se vuelven verdes gracias a la instalación de luces de oscurecimiento automático en algunas carreteras.
Es precisamente aquí, de hecho, donde se probó Motion Sensing Street Lighting, el primer sistema de farolas inteligentes del mundo, destinado a reducir el desperdicio de energía en la iluminación exterior urbana, sin comprometer la seguridad vial.
Gracias a este sistema de iluminación inteligente, una serie de luces LED se atenúan al 20% a lo largo de un tramo de aproximadamente 8 kilómetros de la autopista 155 cerca de Hole en las afueras de Oslo, así como en la 70 entre Tingvoll y Meisingset en Nordmøre y Sarpsborg. cuando no hay autos, bicicletas o peatones en el área.
De hecho, se activan automáticamente en cuanto detectan movimiento en las proximidades: la tecnología funciona mediante sensores de radar montados en postes para determinar cuándo la carretera está en uso o no. Si la calle está vacía, se oscurecen automáticamente.
“En carreteras con poco tráfico, creemos que se puede ahorrar mucho, quizás hasta un 70-80%. Gracias a estos ahorros de energía, la inversión se amortizará en unos 4,5 años, con una vida técnica de los equipos instalados de entre 15 y 20 años ”, afirma Ottar Bjørnstad, ingeniero senior de carreteras públicas noruego.
Los resultados iniciales muestran ahorros de 2100 kWH por semana, lo que equivale a aproximadamente 21 horas de uso de una plancha o cuatro horas de visualización de televisión en una pantalla de plasma. Además, el uso de luces LED ayuda a reducir las emisiones de CO2 al utilizar menos energía que las fuentes halógenas y fluorescentes.
El sistema patentado de Comlight ayuda no solo a reducir el desperdicio de energía, ahorrando arcas públicas, sino que también hace que el medio ambiente sea mucho más saludable. No es difícil para los noruegos apostar por estas tecnologías: por un lado, el país fue uno de los primeros en ser pionero en incentivos para vehículos eléctricos e híbridos.
Pero, en cuanto a los LED automáticos en las carreteras, obviamente este sistema puede tener impactos significativos en áreas donde se necesitan farolas para la seguridad pero donde el volumen de tráfico es bajo, y Noruega tiene muchas de estas carreteras, especialmente durante la temporada. frío, donde la nieve y el hielo presentan riesgos importantes.
En resumen, un sistema de alumbrado público inteligente es una idea maravillosa para ahorrar energía, pero ¿qué tan factible podría ser en nuestras calles tan congestionadas?