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El Decreto de Simplificación, con un golpe de esponja, cancela el Sistri, el sistema de trazabilidad de residuos especiales. Un desperdicio enorme, caracterizado por mal funcionamiento y que cuesta demasiado a los italianos.

Estas son las razones dadas por la consejera de Medio Ambiente Costa, según las cuales el Sistri ha costado 141 millones de euros desde su nacimiento en 2010.

Decir adiós a Sistri fue una decisión tomada hoy por el Consejo de Ministros, contenida en la Dl Simplificación, que concretó una de las intenciones de Costa desde el inicio de su mandato.

“El Sistri fue uno de los mayores residuos en la gestión de residuos especiales, un sistema que nunca llegó a entrar realmente en funcionamiento, que sin embargo implicó unos costes en los que incurrieron las empresas implicadas y el Estado que han superado los 141 millones de euros desde 2010 hasta la actualidad” son las sus palabras.

Cifras en mano, de 2010 a 2021 se facturaron 290 millones, de los cuales casi 90 fueron efectivamente pagados. De 2021 a 2021 se facturaron 66 millones, se pagaron 51. Actualmente se encontraba en curso una línea de crédito de 260 millones a 5 años, que por lo tanto se suspende al cancelar Sistri a partir del 1 de enero de 2021.

Introducido en 2010 con un contrato secreto encomendado a la empresa Selex de Finmeccanica, el Sistri nunca entró en pleno funcionamiento, provocando muchos retrasos y problemas a las empresas que se habían incorporado a él.

"Mientras tanto, las empresas miembro, aquellas con más de 10 empleados, tuvieron que pagar registros, actualizaciones tecnológicas, actualizaciones para vehículos y personal y entrar en una maraña de reglas, sanciones, luego suspendidas, luego reactivados, luego suspendidos nuevamente, exenciones, excepciones, nuevas obligaciones: en fin, un infierno regulatorio que duró ocho años ”, acusa Costa.

Hasta aquí todo claro. Si el Sistri no funcionó, debido a los retrasos y su formulación confusa, ¿qué pasará ahora con los residuos especiales? ¿Cómo se rastrearán?

En su lugar, se instalará un nuevo sistema de trazabilidad de residuos 2.0 gestionado directamente por el Ministerio de Medio Ambiente y que costará alrededor de 3 millones de euros al año. Desafortunadamente, habrá una fase de transición, durante la cual los titulares de tarjetas deberán continuar usando papel.

“Debemos entrar en una especie de Sistri 2.0 que digitalice toda la trazabilidad de los documentos de residuos y fiscales, superando así la doble vía papel / digital y el registro de carga y descarga” concluyó Costa.

Francesca Mancuso

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